MDN
China
Redacción EC

conmemora este sábado el décimo aniversario del terremoto que mató a miles de personas en la provincia de Sichuan y que marcó la historia reciente del país.

El 12 de mayo de 2008 un terremoto de magnitud 7,9 sacudió esta provincia del suroeste del país y provocó la muerte o la desaparición de 87.000 personas, entre ellas 5.335 niños.

La catástrofe puso al país de luto pero también desató duras críticas a las autoridades cuando se reveló que muchas de las 7.000 escuelas que se derrumbaron habían sido construidas sin la solidez necesaria, probablemente a causa de la corrupción.

Diez años después, el gobierno todavía no ha investigado estas acusaciones y los padres de las víctimas siguen esperando respuestas para saber porqué tantas escuelas -apodadas 'tofu' por su falta de solidez- se derrumbaron, cuando muchos edificios que estaban a su lado sí resistieron.

Este sábado se celebraba en la ciudad de Yingxiu un ceremonia de recuerdo en las ruinas de una escuela, que se ha preservado como memorial, y donde se erige una escultura de un reloj gigante que recuerda el día y la hora del terremoto.

Pero no había retransmisión en directo y, en su lugar, la televisión pública CCTV optó por emitir imágenes en vivo de las escuelas reconstruidas sin hacer referencia a los heridos y muertos, algunos de los cuales siguen enterrados bajo los nuevos edificios.

El terremoto se produjo a las 14H28 locales. Pero este sábado, pasadas las 15H00, el líder del país no había dado ningún gran discurso y no hubo minuto de silencio oficial.

El presidente Xi Jinping envió una carta a una conferencia sobre terremotos organizada como conmemoración, informó la agencia de noticias oficial Xinhua. En ella, prometió que el país "aumentará sus capacidades de prevención de catástrofes".

- Acallar las críticas -

El terremoto de 2008 es probablemente unos de los acontecimientos que marcarán la historia reciente de China e inspiró a una generación de periodistas y activistas, como el artista Ai Weiwei, que organizó una investigación sobre las escuelas derrumbadas.

Las ola de donaciones para ayudar a las víctimas también popularizaron las fundaciones caritativas, poco frecuentes hasta entonces en China.

La catástrofe también unió a los chinos y creó un nuevo sentimiento de identidad nacional, alentado ese año además por la celebración de los Juegos Olímpicos.

Sin embargo las autoridades no tardaron en reprimir ese espíritu y en arrestar a los periodistas y a todos aquellos que criticaron al gobierno por la gestión del terremoto.

El propio Ai Weiwei fue maltratado por la policía y detenido durante meses. Más tarde abandonó el país.

El impulso inicial de donaciones también se vio empañado por escándalos de desvío de fondos, que implicaron en particular a la Cruz Roja.

Diez años después la mayoría de ciudades y pueblos de Sichuan destruidos han sido reconstruidos, después de que el gobierno invirtiera millones de yuanes.

- Argumento de propaganda -

Las zonas más remotas de la provincia tienen ahora nuevas carreteras y redes eléctrica que las conectan con Chengdu, la capital provincial.

El nivel de vida ha mejorado sustancialmente para muchos de los supervivientes de la zona, que se ha convertido incluso en destino turístico para los que vienen a ver las ruinas.

Aunque para las familias las heridas siguen abiertas, el gobierno de Pekín ha convertido la catástrofe en un argumento de propaganda.

Prueba de ello esta sábado la prensa oficial estaba llena de artículos alabando la rehabilitación de la región, prueba, según afirma, de la fuerza del país y del Partido Comunista.

El esfuerzo de recuperación "demuestra el liderazgo decidido del Partido Comunista Chino y la superioridad del sistema socialista con características chinas", escribió Xinhua.

El mismo artículo destaca como el liderazgo del presidente chino Xi Jinping ha ayudado a Sichuan a reconstruirse tras el desastre, sin recordar sin embargo que Xi llegó al poder más de cuatro años después del terremoto. 

Fuente: AFP

Contenido sugerido

Contenido GEC