Yakarta. Un tribunal indonesio de la isla indonesia de Bali condenó hoy a 10 años de prisión al ciudadano peruano Jorge Rafael Albornoz Gamarra, carpintero de profesión, por traficar 1,7 kilogramos de cocaína.
El panel de tres jueces de la capital provincial de Bali, Denpasar, dictaminó que Albornoz, de 44 años, deberá pagar también una sanción económica de mil millones de rupias (unos 71.000 dólares o 62.000 euros) o permanecer otros 4 meses en la cárcel, constató un fotógrafo de Epa/Efe.
Los seis meses que el condenado permaneció en prisión preventiva tras ser arrestado en diciembre en el aeropuerto internacional de Bali serán descontados del total de la condena, que es inferior a los 15 años de cárcel que solicitó la Fiscalía.
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Albornoz portaba la cocaína mezclada dentro de un falso fondo del equipaje que pesaba 4,08 kilogramos y que fue tratada en el laboratorio aduanero de la ciudad de Surabaya para separarla de los otros componentes.
El jefe de Aduanas de Bali y Nusa Tenggara, Untung Basuki, señaló tras la detención que el condenado trabajaba como carpintero y su familia en la provincia de Lima declaró que atravesaba por problemas económicos.
La policía aduanera del aeropuerto balinés Ngurah Rai registró 72 arrestos por narcotráfico en 2018, según datos oficiales.
Indonesia cuenta con una de las legislaciones más duras del mundo sobre el narcotráfico, con castigos que contemplan la pena capital mediante pelotón de fusilamiento para cantidades superiores a 5 gramos en el caso de sustancias como la cocaína.
Al menos 18 personas, incluidos 15 extranjeros, fueron ejecutados entre enero de 2015 y julio de 2016, la última vez que se aplicó la pena de muerte en Indonesia, según la ONG local de asistencia legal LBH Masyarakat.
Fuente: EFE