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Agencia AFP

La policía de anunció este martes la detención del dirigente de "la mayor organización criminal de dedicada al tráfico de drogas asentada en Estonia", que dormía con un hacha debajo de la almohada por miedo a ser asesinado.

En una trama propia de novela negra, la operación policial permitió la detención el 2 de agosto del líder de la organización Kemerovo, Vyacheslav Gulevich, de 57 años, en Mijas, un lujoso destino turístico en el sur de España, y otros tres dirigentes del grupo en Tallin.

Gulevich se instaló en esta localidad de la Costa del Sol después del asesinato en la capital estonia de Nikolai Tarankov, máximo líder de la mafia rusa en el país báltico, en septiembre de 2016.

El mafioso "era la mano derecha de Tarankov y temía ser víctima de un (...) ajuste de cuentas", informó la policía y la Guardia Civil en sendos comunicados.

Durante el registro de su domicilio, los agentes encontraron "un hacha y un cuchillo de grandes dimensiones que escondía bajo su almohada".

Su temor parecía fundado pues en junio las autoridades detuvieron en Cataluña (noreste) a un sicario que ya había disparado a un miembro del grupo Kemerovo en Estonia y aparentemente se había desplazado a España con la misión de asesinar a Gulevich.

En Estonia, pequeño país de la Unión Europea de 1,3 millones de habitantes, las autoridades investigaban desde hace dos años esta organización.

El grupo se dedicaba al tráfico de armas y drogas, las extorsiones, la prostitución y la trata de seres humanos.

Pero en su seno estalló una guerra cuando Tarankov "le retiró el apoyo a Viktor Vorobei que, hasta ese momento, controlaba el mercado de las anfetaminas en Estonia y había perdido una mercancía valorada en un millón de euros", señalan los investigadores.

En sus comunicados, señalan que fue Vorobei quien ordenó el asesinato de Tarankov de un tiro en la cabeza. "Tarankov siempre iba con escolta, solo dejaba escolta cuando se iba a pescar al lago cerca de Tallin, y fue cuando lo asesinaron", dijo a la AFP un portavoz de la Guardia Civil.

En los últimos años, la policía española detuvo a numerosos miembros de organizaciones criminales rusas que habrían utilizado este país para blanquear sus beneficios.

Antes del desplome del rublo, numerosos rusos compraron lujosas propiedades en España, especialmente en las costas de Cataluña y Andalucía, aprovechando la caída de los precios por la crisis económica.

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