Theresa May advierte de que el Brexit no debe romper la unidad del Reino Unido. (Reuters)
Theresa May advierte de que el Brexit no debe romper la unidad del Reino Unido. (Reuters)
Redacción EC

Londres. La primera ministra británica, la conservadora , resaltó en una reunión con sus ministros la importancia de preservar la unidad de las regiones que conforman el Reino Unido en el proceso del .

El ministro para Escocia, David Mundell, la titular para Irlanda del Norte, Karen Bradley, y el responsable de la cartera para Gales, Alun Cairns, tuvieron un papel destacado en el encuentro semanal del gabinete de May, según informó tras la reunión un portavoz oficial de Downing Street, despacho oficial de la primera ministra.

Antes del encuentro, medios británicos divulgaron que tanto Mundell como la líder de los conservadores en Escocia, Ruth Davidson, han advertido a la jefa de Gobierno de que no apoyarán el acuerdo al que pueda llegar sobre el brexit con la Unión Europea si el texto prevé un régimen económico distinto para Irlanda del Norte.

"Somos más fuertes como una unión de naciones, respetando y celebrando las ricas características culturales, económicas y sociales que aporta cada una de sus partes constituyentes", dijo May durante la reunión, según relató su portavoz.

La jefa del Ejecutivo mantiene la confianza en cerrar un acuerdo con Bruselas en las próximas semanas sobre las condiciones de salida de la Unión Europea, pero al mismo tiempo debe tratar de forjar una mayoría en el Parlamento para poder aprobar el pacto, que por el momento no tiene asegurada.

May dijo a sus ministros que trabaja de forma "intensiva" para tratar de solventar la cuestión de la frontera en Irlanda del Norte, el principal escollo en el diálogo con Bruselas, pero recalcó asimismo que las preparaciones para una salida sin acuerdo continúan siendo "esenciales".

La desconfianza de un sector del Partido Conservador hacia su líder se ha incrementado después de que la titular del Gobierno haya dejado la puerta abierta a extender el periodo de transición del brexit más allá de diciembre de 2020, una opción que desagrada a los "tories" más euroescépticos.

Los medios británicos han revelado que el número de cartas de diputados conservadores que piden una moción de confianza sobre May se acerca a las 48 necesarias para activar ese proceso.

El "tory" Andrew Mitchell, aliado del ex ministro David Davis, uno de los nombres que se barajan en las apuestas como posible candidato al liderazgo, afirmó que poner en marcha ese mecanismo antes de llegar a un acuerdo con Bruselas sería un "error".

"Creo que lo correcto es otorgar a la primera ministra todo nuestro apoyo para cerrar un pacto", dijo Mitchell a la cadena BBC.

Advirtió, sin embargo, de que May puede tener problemas para que la Cámara de los Comunes dé su visto bueno al pacto que pueda traer desde Bruselas.

La mayoría conservadora en el Parlamento depende de los diez diputados del norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), que por el momento se ha mostrado contrario al plan del brexit de May.

La primera ministra tampoco cuenta con el respaldo de un grupo de diputados conservadores, que según Davis podrían llegar a 40, partidarios de una ruptura más radical con la Unión Europea.

El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, también ha indicado que probablemente ordenará a sus diputados oponerse al eventual acuerdo al que pueda llegar May.

Pero el Ejecutivo cree, según han divulgado diversas fuentes, que un cierto número de diputados laboristas están dispuestos a alinearse con el Gobierno para evitar un escenario que podría abocar a una salida de la Unión Europea sin acuerdo.

La posibilidad de que se produzca esa ruptura abrupta ha llevado en los últimos meses al Ministerio de Sanidad a pedir a las compañías farmacéuticas que acumulen medicinas esenciales para poder surtir al mercado británico durante seis semanas en caso de que se interrumpan las vías comerciales con el resto de Europa.

El laborista Ben Bradshaw dijo ayer en el Parlamento que el Gobierno puede haber dado la orden de aumentar esas reservas para hacer frente a una posible escasez durante veinte semanas, algo que el ministro de Sanidad, Matt Hancock, negó.

"No, eso no es cierto. Estamos trabajando de forma estrecha con la industria farmacéutica para asegurarnos de que en el caso de un brexit sin acuerdo, que consideramos poco probable, se mitigue lo más posible el posible impacto en el suministro de medicinas", sostuvo Hancock.

Fuente: EFE

Contenido sugerido

Contenido GEC