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Roma
Redacción EC

vuelve a sufrir uno de sus problemas más recurrentes en los últimos años: el sistema de gestión de residuos sólidos, afectando el aspecto sanitario y estético de la ciudad.

Los desechos han empezado a llenar los basureros, volumen que ha ido creciendo poco a poco desde Navidad y Año Nuevo.

Los habitantes solo han optado en seguir acumulando su basura junto a los contenedores repletos, creando rumas de suciedad en toda Roma, incluyendo las zonas residenciales, comerciales e históricas.

La “Ciudad Eterna” produce unas 4,600 toneladas de basura diaria, según los datos expuestos por la empresa municipal encargada de la gestión integrada de servicios ambientales (AMA). Además señala que 2 mil toneladas corresponden a desechos reciclables.

El problema de Roma con la basura reside en su incapacidad de hacerse cargo a través de las sus propias plantas de tratamiento, lo que obliga a la ciudad a apoyo en otra decena de regiones y otras naciones.

El cierre por incumplimiento de las normas europeas del vertedero de Malagrota en el año 2013, por depositar los desechos sólidos en algunas localidades vecinas sin ningún tratamiento preventivo, agravó la situación de Roma.

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