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Agencia EFE

Una huelga de los empleados del metro de , en protesta por los planes para privatizar algunas de las líneas del subterráneo, dejó hoy sin transporte a miles de trabajadores, sobrecargó el servicio de autobuses y provocó enormes embotellamientos en la mayor ciudad de .

La paralización de 24 horas aprobada en la noche del miércoles por el sindicato de la categoría dejó cerradas gran parte de las estaciones en cinco de las seis líneas del metro de Sao Paulo, ya que la única en funcionar normalmente fue la operada por una empresa privada.

Las líneas afectadas prácticamente se quedaron paradas, pese a que el Tribunal Regional Laboral había determinado que los huelguistas tenían que garantizar el funcionamiento de al menos el 60 % de la flota para no perjudicar a la población.

Los huelguistas protestan contra la decisión del Gobierno regional de Sao Paulo de conceder a la iniciativa privada los derechos para operar dos de las líneas del metro en un concurso programado para mañana.

La paralización obligó a las autoridades a suspender provisionalmente el sistema que restringe la circulación de vehículos según sus placas y que busca reducir los enormes y tradicionales embotellamientos de esta ciudad.

Con un mayor número de automóviles en las calles, los embotellamientos volvieron a ser kilométricos.

Sin el metro, miles de trabajadores tuvieron que recurrir al servicio de autobuses, que no dieron abasto, por lo que formaron grandes aglomeraciones en las paradas de los vehículos públicos.

La operadora del metro público lamentó las dificultades en el transporte provocadas por la huelga y advirtió de que descontará el día de paro de los salarios de sus empleados.

La compañía aclaró que pretende conceder a la iniciativa privada sólo dos de sus líneas y que no se trata de una privatización de la empresa como alegan los huelguistas.

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