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Agencia AFP

Miles de palestinos se agolparon este viernes en los accesos a la Explanada de las Mezquitas de para rezar, frente a un muro de policías israelíes desplegados para impedir que los hombres menores de 50 años entraran en el lugar.

El santo sitio musulmán, situado en Jerusalén Este, anexionado por Israel, fue cerrado el 14 de julio tras un ataque mortal contra dos policías israelíes.

En un clima de tensión, los palestinos que sí pudieron acceder al lugar hicieron su tradicional plegaria semanal sin incidentes.

Pero en Cisjordania ocupada, un palestino que había intentado atacar con cuchillo a soldados israelíes fue abatido cerca del grupo de colonias de Goush Etzion.

El palestino, del que no se indicaron ni su identidad ni su edad, corría armado con un cuchillo hacia unos soldados que abrieron fuego contra él, según el ejército. Ningún militar resultó herido en el ataque.

Tras el asesinato de los dos policías en la Explanada de las Mezquitas, Israel había decretado la instalación de polémicas medidas de seguridad que provocaron el boicot de los fieles musulmanes, para al final acabar revocándolas.

- Llamamiento a rezar -
El jueves, las autoridades políticas y religiosas musulmanas pidieron a los palestinos volver a rezar en Al Aqsa, una de las dos mezquitas situadas en el emplazamiento.

Pero poco después de la entrada de miles de fieles musulmanes para la oración de la tarde, estallaron enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes.

Estos choques, que tuvieron lugar también alrededor del recinto, dejaron un centenar de heridos, según la Media Luna Roja palestina.

"Hay indicios de que habrá altercados y manifestaciones", señaló el viernes por la mañana la policía israelí.

"Solo los hombres de más de 50 años y las mujeres de todas las edades están autorizados y algunas calles aledañas a la ciudad vieja serán de acceso limitado", añadió en un comunicado, en referencia al acceso a la explanada, llamada Noble Santuario por los musulmanes y Monte del Templo por los judíos.

La ola de violencia estalló la semana pasada en Jerusalén Este y Cisjordania ocupada tras la instalación, el 16 de julio, de detectores de metales en las entradas de la explanada, dos días después del ataque antisraelí cerca del lugar.

- 'El fracaso de Bibi' -
Cinco palestinos murieron y cientos resultaron heridos en los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes.

El jueves, el ministro palestino de Sanidad informó del fallecimiento de una sexta persona, herida el lunes en choques con las fuerzas israelíes.

Además, tres colonos israelíes murieron apuñalados por un palestino el 21 de julio en Cisjordania. El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, reclamó el jueves su condena a muerte.

Después de intensas presiones de la comunidad internacional, que temía una escalada, Israel retiró el martes los detectores de metales y el jueves los últimos elementos del nuevo dispositivo de seguridad.

La retirada de estas medidas fue percibida por la prensa israelí como un fracaso para Netanyahu, quien las había ordenado y se vio obligado a retractarse por temor a que la espiral de violencia se volviese incontrolable.

"El gran fracaso de Bibi", titulaba en portada The Jerusalem Post, generalmente a favor del primer ministro, utilizando su apodo.

Israel justificó la instalación de las nuevas medidas de seguridad afirmando que los atacantes de los dos policías habían escondido sus armas en el sitio sagrado, de donde las sacaron para perpetrar el atentado.

Pero los palestinos percibieron la decisión de Israel como un intento de afianzar su control sobre la Explanada de las Mezquitas.

Israel controla las entradas del recinto pero su gestión está en manos de Jordania. Los musulmanes pueden acceder a cualquier hora y los judíos solo en determinadas horas y sin poder rezar.

Las autoridades israelíes aseguraron que no tenían la intención de modificar este statu quo.

Pero la Liga Árabe, que celebró una reunión de urgencia, acusó el jueves a Israel de querer imponer su soberanía en la Explanada de las Mezquitas y en Jerusalén Este.

Jordania informó por su parte a Israel de que no aceptará el regreso de su embajadora en Ammán hasta que se investigue un incidente en el que estuvo implicado un guardia israelí.

Un guardia de la embajada israelí en Ammán mató el domingo a dos jordanos en un confuso incidente de seguridad.

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