Bolsonaro empezó su campaña con anticipación, pese a que en Brasil los políticos tradicionalmente prefieren hacerlo después del Mundial de Fútbol. Además, el ultraderechista utilizó mucho las redes sociales. (EFE)
Bolsonaro empezó su campaña con anticipación, pese a que en Brasil los políticos tradicionalmente prefieren hacerlo después del Mundial de Fútbol. Además, el ultraderechista utilizó mucho las redes sociales. (EFE)
Gisella López Lenci

El ultraderechista está cerca de convertirse en el próximo presidente de , según todas las encuestas. El periodista estadounidense Brian Winter, un especialista en Brasil, lo siguió durante dos años y toda la primera vuelta. Reconoce que el diputado supo interpretar el descontento y sacarle provecho.

— En la campaña, Bolsonaro fue llamado el Trump brasileño. ¿Qué similitudes ve con la campaña electoral del presidente estadounidense?
Hay muchas similitudes. Ambos son candidatos ‘anti-establishment’ que surgieron debido a la ira por la situación de la economía, el crimen y la corrupción. Sus partidarios los ven como “diferentes” y “fuertes”, y les encanta que no sean políticamente correctos. Ambos apelan a cierta nostalgia: Trump al Estados Unidos conservador de los años 50 y Bolsonaro a la época supuestamente más segura de Brasil, que fue durante la dictadura (1964-1985).

— Usted ha señalado que de ganar Bolsonaro habrá un baño de sangre en Brasil. ¿El escenario es tan dramático?
Lamentablemente, Brasil probablemente ya califica como un baño de sangre. Hay más de 63 mil homicidios al año y 5 mil personas son asesinadas anualmente por la policía. Pero hay razones para creer que la violencia se va a incrementar, al menos en el corto plazo. Bolsonaro quiere cambiar las reglas y hacer que sea más fácil para los policías matar a los criminales, algo que él llama ‘carta blanca’. Esta ha sido su propuesta por años. Él ha dicho que “un policía que no mata no es un policía”, y que aquellos que maten a 15 o 20 criminales deben ser condecorados y no castigados. Y las encuestas muestran que esto es lo que los brasileños quieren en este momento.

— Usted ha seguido de cerca la campaña. ¿Cómo un diputado que ha destacado poco en sus 30 años como legislador, de pronto, llega a tener este apoyo popular? ¿Es solo por el descrédito del Partido de los Trabajadores? ¿Cuál es su mérito?
Bolsonaro realmente no ha cambiado, es Brasil el que ha cambiado. Cuando la economía iba bien en los años 2000, la gente abrazaba la democracia. En el 2013, Dilma Rousseff era una de las presidentas más populares, con una aprobación del 70%. Pero luego la economía colapsó, el crimen siguió subiendo y se destapó el escándalo del Caso Lava Jato. La situación de Bolsonaro como un ‘outsider’ de pronto se convierte en un activo. Como Trump, él expresó en un lenguaje simple lo que la gente estaba sintiendo: que la clase política estaba podrida y necesitaba ser reemplazada.

— ¿Qué le llamó más la atención de su campaña?
Él entendió el momento. Entendió que el crimen y la corrupción eran los dos principales temas de campaña, e inteligentemente los juntó bajo el paraguas de “ley y orden”. Además, empezó su campaña temprano, lo que le permitió aprovechar la ira de la población, cuando otros candidatos creyeron en el viejo adagio de que nadie en Brasil presta atención a las elecciones hasta después de que termine el Mundial, que fue en julio. Su uso de las redes sociales fue brillante.

— ¿Qué tendría que hacer Fernando Haddad, su rival en segunda vuelta, para ganar? ¿O considera que eso no será posible?
Creo que es poco probable. El sentimiento en contra del Partido de los Trabajadores es muy fuerte. La gente los culpa de todos los problemas del país. Haddad se ha quedado atrapado entre su necesidad del apoyo de Lula y su necesidad de atraer a otros votantes. Es una contradicción que puede ser fatal para su candidatura.

El periodista estadounidense y editor jefe de la revista Americas Quarterly, Brian Winter, es un especialista de la política brasileña.
El periodista estadounidense y editor jefe de la revista Americas Quarterly, Brian Winter, es un especialista de la política brasileña.

— Bolsonaro ha manifestado su admiración por la dictadura militar. Teniendo en cuenta que sus hijos también son políticos, ¿cree que podría ser el inicio de la dinastía Bolsonaro?
Los tres hijos de Bolsonaro son muy populares y activos políticamente. Tienen muchos seguidores en las redes sociales y van a ser una parte integral del gobierno de su padre. Si me preguntas si Jair Bolsonaro podría tratar de entregarles el poder directamente, la respuesta es no. En el 2018, los líderes de todo el mundo todavía creen que necesitan las urnas para obtener legitimidad. Pero si su gobierno tiene éxito y es popular, entonces todo nos dice que la marca Bolsonaro podría estar presente en Brasil durante mucho tiempo.

— ¿Cómo se compagina el nacionalismo de Bolsonaro con las políticas liberales en la economía que ha prometido establecer?
Acá nuevamente se ve la importancia de la influencia de Trump. La familia Bolsonaro, y generalmente la derecha brasileña, ve las políticas liberales económicas como parte de un paquete que Trump ha probado que es muy exitoso. El trumpismo incluye libertad económica, un Estado pequeño y una línea dura con el crimen. Ahora, yo creo que la derecha brasileña está malinterpretando algunos aspectos de lo que pasa en EE.UU., pues acá el crimen ha ido cayendo bajo diferentes políticas a las que Bolsonaro propone. Parece que la mayoría del país ha decidido el acercamiento a la “línea dura”.

Contenido sugerido

Contenido GEC