La influencer del Lamborghini no tiene dónde cumplir arresto domiciliario

La Fiscalía de Colombia detuvo el 24 de marzo, frente al aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón en Palmira, a Omar Ambuila, jefe de Control Interno de Carga en la Dirección de Aduanas Nacionales en Buenaventura, para imputarle cargos por corrupción.

Hace una semana, un juez decidió enviar a la cárcel a Omar Ambuila, a su esposa Elba Chará, a otro empleado de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) y a un particular. A Jenny Ambuila, hija de Omar y Elba le otorgó medida de detención domiciliaria.

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Sin embargo, cuando la joven llegó al condominio donde residía en el sur de Cali, se enteró de que el dueño del domicilio había cancelado el contrato por incumplimiento en el pago de dos meses de arriendo.

La joven, que ha residido en Estados Unidos y estudiaba en una prestigiosa universidad de ese país, empezó entonces a buscar un espacio para cumplir su detención domiciliaria. Cabe señalar que Ambuila no podía cambiar de dirección sin notificarlo al Juzgado de Control de Garantías a cargo de su proceso.

De hecho, un informe de las autoridades registró en aquel momento que "los patrulleros manifiestan que la señora no puede ingresar al inmueble, como así lo decidió el propietario de la casa".

Ante esa situación y mientras que se define su sitio de permanencia, Jenny Ambuila pasó a disposición del Instituto Nacional Penitenciario (Inpec) en Jamundí, donde permanece recluida su madre.

La situación contrasta con los informes que maneja la Fiscalía que aseveran que la joven disponía de dinero y era propietaria de un Lamborghini y una camioneta Porsche, avaluados en 1.100 millones de pesos (350.000 dólares).

--El principio del fin--

Jenny Ambuila tenía una vida de lujos en Miami, con visitas a las tiendas de diseñadores, vacaciones en Europa y viajes por la ciudad en un Lamborghini color rojo.

Pero el cuento de hadas de la joven de 26 años de edad llegó a un final repentino.

La joven fue arrestada la semana pasada mientras vacacionaba en Colombia junto a sus padres.

La fiscalía colombiana señaló que los arrestos podrían ayudarlos a desenmarañar una enorme red de corrupción en el puerto de Buenaventura, en donde el padre de Ambuila trabajaba como funcionario de aduanas de nivel intermedio y supuestamente se embolsó millones de dólares a cambio de permitir el ingreso de artículos no gravados.

Las autoridades aseguran que Omar Ambuila, quien tenía un modesto salario mensual de 3.000 dólares como inspector portuario, recibió desde el 2012 al menos 600.000 dólares en sobornos procedentes del extranjero de acuerdo con lo que han rastreado los investigadores, pero podría haber recibido mucho más.

Ambuila utilizó algunos de los fondos ilícitos para enviar a su hija a la Universidad de Miami, donde estudió entre el 2013 y 2017 y obtuvo un título en finanzas.

Jenny Ambuila disfrutaba de un estilo de vida muy por encima de su estatus como estudiante universitaria, comprando de manera habitual en tiendas de diseñador como Gucci y Dolce & Gabanna, además de pasar lujosas vacaciones en lugares como Milán y París. A menudo compartía fotografías de su extravagante vida en Instagram y Facebook, en donde se describe como inversionista de riesgos, operadora de bolsa internacional e influencer de redes sociales.

En algunas interceptaciones telefónicas reveladas por "El Tiempo", Omar Ambuila, se muestra preocupado por las publicaciones en redes sociales de su hija, le dice a su esposa: "Tengo un problema serio con eso de Jenny (...). Le estoy diciendo hace rato que cancele eso o lo ponga privado, ese Instagram y ese Facebook, todo eso (...). ¿Cuántos problemas no he tenido por eso. ¡A la gente qué le interesa lo que hace ella?”.

En otra grabación, Ambuila dice: "Acabo de entrar a ese Facebook y lo primero que aparece es ese carro. No, de ahora en adelante ella verá; yo no le voy a ayudar para nada".

Fuente: "El Tiempo" de Colombia, GDA