El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, criticó hoy a los organismos de Derechos Humanos en un evento con la Policía Nacional. (Reuters)
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, criticó hoy a los organismos de Derechos Humanos en un evento con la Policía Nacional. (Reuters)
Redacción EC

El presidente de , , criticó hoy a los organismos de Derechos Humanos porque, a su juicio, ignoran en sus informes a los 22 policías que han muerto en el marco de una crisis sociopolítica que ha dejado cientos de muertos desde abril pasado.

En un discurso en ocasión del 39 aniversario de la Policía Nacional, el mandatario señaló a los organismos humanitarios de ser "manejados por el imperio", en alusión a Estados Unidos, y que, según Ortega, no han recogido los testimonios de los familiares de los policías fallecidos.

Ortega sostuvo que esos oficiales, antes de ser asesinados, en algunos casos fueron torturados y quemados, y una vez muertos, los responsables, a los que tildó con ironía como "los pacíficos, los demócratas y los agentes del demonio", bailaban sobre sus cadáveres.

Durante el acto, celebrado en el centro de convenciones Olof Palme, en Managua, el mandatario rindió homenaje a los oficiales fallecidos durante las protestas.

Ortega otorgó a las madres o familiares de los 22 oficiales fallecidos la placa de honor "Comandante Tomás Borge Martínez".

Asimismo, entregó la medalla al valor "Sub Comisionado Juan Ramón Torres Espinoza" a 359 policías que resultaron heridos, entre ellas 59 mujeres, en el marco de las protestas.

Por su parte, el director general de la Policía Nacional, Francisco Díaz, dijo que los oficiales fueron atacados en sus unidades por los "terroristas golpistas y asesinos".

"Jamás atacamos a nadie. Hicimos el uso legítimo de la fuerza (...) Este golpe de Estado fue derrotado con el apoyo de nuestra comunidad, con el apoyo de policías voluntarios", continúo Díaz, quien es consuegro de Ortega y que fue ascendido en el acto de comisionado general al de primer comisionado.

Según el jefe policial, los detractores del Gobierno ejecutaron desde abril "este tenebroso y diabólico plan haciéndose pasar como manifestantes pacíficos y cívicos" para intentar derrocar a Ortega, pero que "no pudieron, ni podrán".

Durante la ceremonia, Ortega ascendió a cuatro comisionados mayores al rango superior inmediato, el de comisionado general.

Nicaragua atraviesa una crisis sociopolítica, la más severa desde la década de los años de 1980, también bajo la presidencia de Ortega, quien denuncia un intento de golpe de Estado y rechaza las acusaciones contra su Administración.

La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) ha responsabilizado al Gobierno de "más de 300 muertos", así como por ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros, violencia sexual, entre otras violaciones a los derechos humanos.

En una entrevista con la Agencia Efe en Managua, el presidente Ortega negó que haya sofocado las protestas con represión, no se siente responsable de las muertes en las calles durante los últimos meses y culpó a EE.UU. y al narcotráfico de financiar, apoyar y armar a grupos violentos.

Las manifestaciones contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.

Fuente: EFE

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