Exactamente un día duró en el gobierno de Michelle Bachelet la alegría por la despenalización del aborto por tres causales que había aprobado el Senado.
El proyecto, una de sus reformas más importantes, fue revisado en Diputados y estaba listo para despacharse para ser ley, pero nadie, ni siquiera el más calculador en el oficialismo, contaba con que el diputado Marcelo Chávez, de la Democracia Cristiana, se abstendría en la votación de un artículo que necesitaba quórum de por lo menos 67 votos.
"El 80% de los chilenos están a favor de la despenalización, pero la oposición vota en contra", dijo ayer una decepcionada Michelle Bachelet durante una clase magistral en la Universidad Torcuato di Tella, en la Argentina.
Como solamente hubo 66, la ley pasará a una comisión mixta compuesta por senadores y diputados. El proyecto había sufrido dos modificaciones en el Senado, que los diputados debían volver a votar. La que se rechazó por falta de quórum tiene relación con las menores de 14 años que quieren interrumpir su embarazo y no tienen el apoyo de su representante legal o no tienen representante legal.
Antes de abstenerse, Marcelo Chávez rechazó, tal como en el primer trámite del proyecto, las tres causales del aborto que permitirán dejar de abordarlo como delito: riesgo de vida de la madre, inviabilidad fetal y violación. Luego dijo: "No puedo apoyar este proyecto que da una respuesta tan individualista a un problema social complejo".
En la oposición hubo aplausos. El diputado Rojo Edwards celebró con el puño derecho en alto y de pie. "No esperábamos esta votación, porque la Nueva Mayoría tenía los votos. Ganamos una batalla, pero no la guerra. Ahora esperamos que el proyecto se caiga en el Tribunal Constitucional", dijo Edwards, y sus colegas mujeres conservadoras agradecieron "la valentía" de los adversarios que votaron por convicción. Incluso hablaron de un "milagro".
Es probable que en la comisión mixta la ley finalmente se apruebe, pero la próxima semana no hay actividad legislativa. El gobierno quería evitar la comisión mixta, porque eso retrasa la revisión de la ley en el Tribunal Constitucional, donde la derecha de Chile Vamos presentará dos requerimientos para frenar su promulgación.
El tribunal tiene diez integrantes y en caso de empate el voto que dirime es del presidente, que actualmente es Carlos Carmona, cercano al progresismo. El 30 de agosto, sin embargo, asumirá Iván Aróstica, quien tuvo una jefatura en el Ministerio del Interior durante el gobierno de Sebastián Piñera.
Fuente: La Nación, GDA
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