Víctima chilena de abuso sexual exige investigación a fondo del Vaticano. (Foto: EFE/ Giuseppe Lami)
Víctima chilena de abuso sexual exige investigación a fondo del Vaticano. (Foto: EFE/ Giuseppe Lami)
Agencia Reuters

Una investigación del Vaticano por acusaciones contra un obispo de encubrir casos de acoso sexual en debe ser rigurosa y justa si la Iglesia Católica quiere salvar su reputación en el tema, dijo a Reuters una de las víctimas.


En una entrevista telefónica con Reuters desde su casa en Estados Unidos en la noche del jueves, Juan Carlos Cruz afirmó que el papa Francisco había "retrasado el reloj años y años" con recientes comentarios en los que puso en duda la credibilidad de las víctimas de abuso.

El 30 de enero, el Vaticano informó que el Papa había designado al investigador de abuso sexual más experimentado de la Iglesia Católica para indagar sobre las acusaciones de que el obispo Juan Barros, de la diócesis de Osorno en Chile, había encubierto crímenes contra menores.

La decisión representó un drástico giro de parte del Papa, quien ocho días antes dijo que regresaba de América Latina seguro de que Barros era inocente y que el Vaticano no había recibido ninguna evidencia concreta en su contra.

Cruz dijo que había quedado "muy conmovido y agradecido" cuando el investigador, el arzobispo Charles Scicluna de Malta, lo llamó para coordinar una reunión en Nueva York la próxima semana antes de viajar a Chile.

Pero también se dio cuenta de que la decisión del papa Francisco de enviar a Scicluna era "un gran problema" para el Vaticano, por lo que advirtió que no sería suficiente "poner un parche en nuestro caso al traer a un investigador".

"Nunca recibimos una disculpa del Papa. Quiero una investigación justa de Scicluna", dijo Cruz.

Cuando era adolescente, Cruz fue abusado sexualmente por el sacerdote Fernando Karadima, quien fue encontrado culpable en una investigación del Vaticano en 2011 por abusar de él y de otros jóvenes durante años. Karadima siempre negó las acusaciones.

El Vaticano le ordenó seguir una vida de oración y penitencia y lo excluyó del ministerio público, pero el poderoso religioso evitó el enjuiciamiento penal porque según la ley chilena había transcurrido demasiado tiempo desde los delitos. El hombre de 87 años todavía vive en Chile.

Cruz asegura que Barros fue testigo de los abusos por parte de Karadima, quien fue el mentor del obispo de Osorno hace años en una parroquia de Santiago. Barros siempre ha negado esto y dijo que no sabía de ninguna fechoría de Karadima, quien lo había entrenado para convertirse en sacerdote.

El caso Karadima concentró la atención pública durante años en Chile, y muchos en el país protestaron por la decisión del papa Francisco de convertir a Barros en obispo en 2015. El caso ensombreció el viaje papal a Chile en enero.


"Todo es calumnia"

Durante su visita, el Papa respondió con molestia una pregunta de una periodista: "El día que me traigan una prueba contra el Obispo Barros, ahí voy a hablar. No hay una sola prueba en contra. Todo es calumnia ¿Está claro?"

Posteriormente, Francisco se disculpó con las víctimas, reconociendo que las palabras y el tono que usó habían "herido a tantos".

Cruz dijo a Reuters que la investigación del Vaticano debería terminar con la destitución de Barros, algo que muchos parroquianos y políticos han exigido.

Deberían "dejar las cosas claras, francamente admitir que estaban equivocados (al hacer de Barros un obispo), que dejaran que eso sucediera y que esto continuara hasta donde tristemente estamos ahora", afirmó Cruz.

Una semana después de que el Vaticano anunciara planes para enviar a Scicluna a investigar, la posición declarada por el Papa de que no tenía conocimiento de las pruebas contra Barros o que ningún acusador se había presentado fue puesta en duda.

Marie Collins, exmiembro de una comisión del Vaticano sobre abusos sexuales, dijo que ella y otros tres integrantes de la comisión habían entregado en 2015 al cardenal Sean O'Malley de Boston una carta de ocho páginas de Cruz dirigida al Papa, en la que describía gráficamente los abusos de Karadima mientras Barros estaba supuestamente presente.

Cruz dijo a Reuters que O'Malley le había dicho que la carta había sido transmitida al papa Francisco. Un portavoz de O'Malley no quiso hacer ningún comentario y remitió todas las preguntas a la Santa Sede. Un representante del Vaticano tampoco habló del tema.

Collins dijo el viernes en un mensaje en la red social Twitter que solo el Papa podría decir si había leído la carta de Cruz o no. Cruz sostuvo que era posible que no la hubiera leído.

Pero los defensores de las víctimas de abuso sexual dijeron que, incluso si Francisco no había leído la misiva, era inverosímil que no estuviera al tanto de los muchos informes de que Barros supuestamente presenciaba los abusos.

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