(Foto y video: El Comercio / Jessica Vicente)

, la ciudad sagrada, es la manzana de la discordia entre palestinos e israelíes. Tras el reconocimiento de sobre esta ciudad como capital israelí, el conflicto entre ambas naciones se ha agravado convirtiendo a la "Ciudad de la paz" en un polvorín. Raphael Shlomo Singer, embajador de en el Perú, conversó con El Comercio para explicar la postura de su país ante dicha problemática.

- ¿Qué opina sobre la decisión de Donald Trump respecto a Jerusalén?

Estamos muy agradecidos de la decisión del presidente de Estados Unidos.  Pero no es una cosa nueva, sino que ha completado una decisión tomada hace 22 años por el Congreso. Para nosotros Jerusalén siempre fue la capital y eso no es algo que se decidió ayer.  A nivel espiritual ha estado en el corazón de cualquier judío en los últimos tres mil años desde la época de David y Salomón. Pero en los últimos 70 años, estamos hablando de épocas modernas, desde 1948 es la capital del Estado.

- ¿Por qué afirma esto?

Cuando vienen jefes de Estado, diplomáticos o cualquier visitante hace sus reuniones y sus ceremonias en Jerusalén.  Todos los edificios del gobierno de Israel están en Jerusalén, en la práctica funciona como capital.

- ¿Y todo esto a pesar de la resolución 242 de las Naciones Unidas?

Esa resolución de Naciones Unidas se creó tras la Guerra de los 6 días,
menciona dos cosas: retirar las fuerzas armadas israelíes de territorios ocupados en la última guerra y que todos los países involucrados en el conflicto tienen derecho a vivir en paz y con fronteras seguras. Esta segunda parte es la que todos olvidan. Israel cumplió con retirar sus tropas de la península del Sinaí  para lograr la paz con Egipto. Y solamente eso representa el 90% de los territorios de la Guerra de los 6 días. Israel se retiró de algunas zonas de los Altos del Golán pensando en que este sería el primer paso de la paz con Siria, pero desafortunadamente se dio un armisticio y ninguna paz. Israel se retiró 100% de la Franja de Gaza donde vive gran parte del pueblo palestino, entregándola a la autoridad palestina. Lamentablemente, 10 meses después --estamos hablando de 2005-- la autoridad palestina perdió ese territorio y lo destinó a Hamas, un grupo terrorista que busca destruir el Estado de Israel y por eso esta zona es su base para atacarnos.

- ¿Además de Estados Unidos, qué otros países seguirán el mismo ejemplo reconociendo a Jerusalén como capital de Israel?

Vamos a ver aún. La semana pasada, nosotros celebramos aquí un evento en el que honramos a los diplomáticos peruanos que ayudaron a aceptar la decisión del 47. En aquella época gran parte del mundo estaba en contra de la construcción del Estado de Israel y al final Estados Unidos lo reconoció y después el resto. Espero que así se dé el gran paso de las otras naciones.

- ¿Y si esto nunca sucede?

Sin embargo, es la realidad de los últimos 70 años. Ellos pueden aceptar o no aceptar, pero en la práctica Jerusalén es la capital de Israel. Allá están los edificios del gobierno, hay 700 mil ciudadanos y no pueden negar la realidad.

- Varios mandatarios se manifestaron en contra de la decisión de Trump, ¿qué es lo que Israel siente frente esta postura?

Entendemos, pero lamentamos. Si los otros países quieren poner sus embajadas en otras ciudades lejos a nuestra capital, significa que cuando quieran salir pasarán unas dos horas en el tráfico y es su derecho [risas]. Pero es derecho de Israel definir dónde está su capital.

- A pesar de la tensión, ¿cómo cree que queda Israel ante la comunidad internacional?

La tensión no es de ayer, existe desde hace décadas. Lamentablemente los palestinos tienen una cultura que cultiva el odio.

-¿En serio cree que los palestinos tienen una cultura de odio?

Hay programas de televisión donde muestran que los otros son subhumanos, en los colegios palestinos hablan de unos monstruos que llegaron y que un día van a desaparecer, entonces hay una cultura de enfrentamiento. Cuando un palestino mata a un civil israelí este es considerado un héroe de su pueblo, de su familia. Esa es su cultura de odio. Cuando Hamas dice que su política es destruir el Estado de Israel o simplemente al ver los campamentos de verano dedicados a enseñar a los niños a luchar.

- Hamas ha anunciado de que se hará una tercera intifada, ¿cómo lidiaría con ello Israel?

Bueno, eso no es nuevo. Hamas desde sus inicios tiene como objetivo destruir el Estado de Israel. Y está en contra de todos los valores democráticos y liberales, para ellos solo hay un camino: el terrorismo y el odio. Para ellos Israel no tiene derecho a existir. Siempre amenaza, siempre manda a su gente para morir y para matar. Y eso lo lamentamos mucho.

- ¿Usted no cree que los palestinos se sienten amenazados en Jerusalén? ¿Le parece que están cómodos?

Ellos viven en Jerusalén. Ellos viven mucho mejor que la mayoría de los árabes en Medio Oriente. Los palestinos tienen derecho incluso de votar para la alcaldía si quieren.

- ¿Entonces, los palestinos se estarían quejando por gusto?

Se están quejando porque... la verdad es que ellos también tienen derecho a quejarse. Israel también permite eso.

- ¿En Jerusalén todos los ciudadano son tratados como iguales?

Todos tiene derecho a ser tratados iguales. La primera vez en la historia de Jerusalén que todas las religiones tuvieron derecho de acceso a sus lugares sagrados fue en 1967, cuando Israel unificó Jerusalén. Hasta entonces los judíos no tenían derecho de acceso a la ciudad antigua y no tenían acceso al muro de lamentaciones, bajo el dominio jordano. También antes bajo el dominio británico, turco y otros dominios siempre hubo restricciones. Y la primera vez en la historia que todos los credos pudieron acceder a los lugares sagrados fue durante la administración israelí, aquella que mantuvo el statu quo.

- ¿Usted le reconoce algún derecho a los palestinos en Jerusalén?

Claro, mañana viernes los musulmanes irán a la mezquita a rezar. Este templo está controlado por el Waqf (autoridad musulmana), esto está administrado por Jordania y no por Israel, desde siempre. Ellos tienen autonomía completa sobre las mezquitas y la parte religiosa musulmana. Israel no se mete en esos temas.

- ¿Pero y los palestinos entendidos como nación?

Yo creo que la declaración de que un día vamos a tener dos estados es nuestra política.

- ¿Usted qué piensa respecto a que Trump es el único presidente estadounidense que ha citado el concepto de "los dos Estados"?

Es una fórmula en la que nos apoyamos, es nuestro objetivo llegar a estar en paz con todos nuestros vecinos. Nosotros hemos probado que cuando hay un interlocutor o socio serio conseguimos la paz.

- ¿Por qué la seguridad ante ello?

Exactamente, hace 40 años, cuando el primer ministro de Egipto, Anwar el-Sadat, viajó a Israel declarando que buscaba la paz negociamos y devolvimos al 100% de la península del Sinaí. Se trata de un territorio tres veces más grande que el nuestro y lo devolvimos solamente para conseguir la paz. Entonces, tenemos pruebas de que nosotros podemos llegar a ser un socio serio y esperamos lo mismo del otro lado.

- ¿No siente que la actitud de Donald Trump ha sido una intromisión en su país?

No. Estamos contentos de que Estados Unidos construirá su embajada en la capital de Israel. Es su derecho y no debe ser criticado por otro países.

- ¿Tras esta situación, qué pasara con la paz entre Palestina e Israel? ¿Y la política de dos Estados?

Antes de la declaración de Estados Unidos también hemos tenido dificultades para llegar a la paz. Así que esta declaración no nos aleja de mediar una paz. Pero tal vez la solución de negociación se dé cuando los dos lados se sienten y negocien no mediante dictados que vienen de fuera, ni presiones de la comunidad internacional.

- ¿Cuál sería la solución?

Que ambas partes se sienten a discutir. Para llegar a la paz, Palestina e Israel tienen que estar preparadas para perder algo. Ambas partes deben dejar de lado sus sueños y reconocer la realidad. Y con esa decisión, terminará por declararse algo que sucede de facto desde hace 70 años: Jerusalén es capital de Israel. Los edificios del gobierno no van a desaparecer, hay cosas que no van a cambiar.

- Ahora hay un ambiente beligerante en Jerusalén, ¿qué opina de ello?

Espero que no pase a mayores, estamos a tres semanas de celebrar la Navidad. Jerusalén, que en hebreo es Yerushaláyim (יְרוּשָׁלַיִם‎),significa: "ciudad de paz". Espero que para estas fiestas tengamos más espíritu de paz y menos odio.

- ¿Esta situación no genera un efecto de rebote en contra de la comunidad judía al exterior?

Espero que no. Desafortunadamente estamos notando el surgimiento de un antisemitismo básicamente en algunos sectores del islam radical que así lo promueve.

- ¿Para usted personalmente qué es Jerusalén?

A pesar de que yo nací en Tel-Aviv estudié en Jerusalén, pasé mi época universitaria allá. Es una ciudad muy especial, muy bonita y variada. Ahí coinciden varias culturas y costumbres. La gastronomía de Jerusalén es espectacular. 

- ¿Simbólicamente es para usted la "capital eterna"?

Sí. Jerusalén está siempre en nuestro corazón.


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