Tras varios años fuera de loa escenarios, en su anunciado regreso en abril, Pity no se presentó y sus fanáticos prendieron fuero al escenario. (Foto: LA NACION)
Tras varios años fuera de loa escenarios, en su anunciado regreso en abril, Pity no se presentó y sus fanáticos prendieron fuero al escenario. (Foto: LA NACION)
BBC News Mundo

Reconoce que anda armado, ha sido acusado de violencia sexual y hace dos meses sus fanáticos prendieron fuego al escenario donde debía dar un concierto después que nunca apareciera.

También es uno de los compositores de rock argentinos más importantes de la camada que siguió a leyendas como Charly García y Gustavo Cerati.

Se llama Cristian Álvarez, pero los argentinos lo conocen como el "Pity", y fue líder de bandas como Viejas Locas e Intoxicados.

Y este viernes se entregó a la justicia después de casi un día prófugo al ser acusado de un homicidio en Villa Lugano, un barrio en el sur de Buenos Aires.

"Lo maté porque era él o yo", dijo a los medios antes de entregarse. "Y creo que cualquier animal haría lo mismo".

Su versión confirma lo dicho por testigos: "Pity sacó el arma y efectuó cuatro disparos, tres en la cara y uno en el pecho. Luego salió corriendo y subió a un auto, hizo unos metros, se detuvo, abrió una alcantarilla, tiró el arma y continuó con la fuga".

Álvarez dijo que la víctima, Cristian Díaz, era un ladrón, desmintiendo versiones de que era un amigo suyo. Según voceros policiales, hubo un altercado entre ambos, que supuestamente estaban bajo el efecto de drogas.

"Él era un pibe que choreaba (robaba) y tampoco fue un tema de drogas. No era amigo mío, nada que ver (...) Si no lo mataba yo, me iba a matar el", justificó el llamado "cronista suburbano".

Las autoridades allanaron la casa de Álvarez, donde dijeron haber encontrado US$16.000 en efectivo, jeringas y municiones para arma de fuego.

Álvarez ha tenido una atormentada vida que lo ha hecho pasar varias veces por centros de rehabilitación. (Foto: LA NACIÓN)
Álvarez ha tenido una atormentada vida que lo ha hecho pasar varias veces por centros de rehabilitación. (Foto: LA NACIÓN)

Un músico polémico

Esta no es la primera vez que Álvarez es privado de libertad.

Hace años estuvo en la cárcel por pegarle un tiro a su manager en la pierna, antes por amenazar a una fanática con un arma y alguna vez también por porte ilegal de armas de fuego.

"Yo ando armado porque los demás andan armados", dijo en una entrevista con la revista Rolling Stone en 2008.

"Yo me adapto a los tiempos. Me encantaría cagarme a trompadas o que me caguen a trompadas. Paro ya pasó eso", justificó.

Alguna vez, en una entrevista de radio, sacó el arma que portaba en el pantalón.

Su abogado, que aseguró no haber hablado con Álvarez, dijo este jueves a medios locales que "por una drogadicción fuerte que tuvo durante mucho tiempo tiene una lesión, no está 11 puntos, pero canta, ensaya y tiene una vida normal".

Cronista suburbano

"Pity pasó de ser uno de los compositores de canciones más astutos del rock nacional a una amenaza pública siempre a punto de consumarse", escribió en el diario La Nación el periodista musical Pablo Plotkin.

Según el experto, Álvarez es "hijo de una clase media venida a menos, un rasgo constitutivo de su identidad" y "uno de los últimos miembros del linaje lumpen del rock argentino".

La ola de músicos argentinos que marcaron la historia del rock en español en medio del destape generado por la caída del régimen militar en 1982 fue remplazada por una generación más hermética, misteriosa y rebelde.

En los 90 y después de la crisis de 2001, la música nacional -desde el rock hasta la cumbia villera- empezó a reflejar un país marcado por la pobreza, la delincuencia y la corrupción política.

El Pity Álvarez era uno de los mayores voceros de esa denuncia. Y ahora, al parecer, es un ejemplo de ella.

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