Pintura de la Capitulación de Ayacucho. (Foto: Andina)
Pintura de la Capitulación de Ayacucho. (Foto: Andina)

Este 28 de julio, el cumple 196 años de independencia. A continuación, las primeras leyes dictadas en aquella época.

—Contra la moral—

El 3 de enero de 1822 José de San Martín decretó: "El juego es un delito que ataca la moral pública y arruina las familias: los dueños de las casas en que se consienta sufrirán por la primera vez dos meses de prisión en el Callao y seis en caso de reincidencia". A los jugadores les correspondía un mes de arresto y en caso de reincidencia los mandaban al ejército.

—Norma antitabaco—

El primer antecedente de una norma antitabaco data del 31 de diciembre de 1821. En aquella fecha, Bernardo de Monteagudo llamó la atención sobre la "perjudicial e indecorosa" práctica de fumar en el teatro, costumbre que "desacreditaba al país ante los ojos de los extranjeros". El infractor debía cumplir dos meses de arresto.

—Juegos de azar—

Dado que San Martín consideraba que "el vicio del juego es el germen de los mayores sinsabores domésticos y miserias públicas", el 25 de enero de 1822 se aprobó una norma para que los esclavos pudieran quedar libres si denunciaban ante el juez "las reuniones que hayan en casa de sus amos con el objeto de jugar juegos prohibidos".

—Tirar agua en carnavales—

El 16 de febrero de 1822 el marqués de Torre Tagle escribió: "He acordado y decreto: Queda prohibida como contraria a la dignidad y decoro del pueblo ilustrado de Lima, la bárbara costumbre de arrojar agua en los días de carnaval, junto con los demás juegos impropios que se usaban en ellos". ¿Cuál era el castigo? Arresto y cárcel por un mes.

—Ruidos en la ciudad—

Hoy en día, las bocinas indiscriminadas atentan contra la tranquilidad, en el año 1822 las críticas estaban centradas en las campanas que sobre todo afectaban a los enfermos. Un decreto del Ministerio de Estado del 21 de mayo menciona que: "Entre los abusos propios del régimen antiguo y que aún subsisten porque no es posible corregirlos todos a un mismo tiempo" está el frecuente toque de campanas "según el humor de quienes las emplean.

—Policías corruptos—

Algunos malos efectivos de la guardia que protegía las entradas a Lima cobraban pequeñas sumas por cada carga de frutas, menestras, leña y demás artículos que entraban en la ciudad. Por esto, Monteagudo dispuso el 4 de junio de 1822 que el infractor sufra dos años de cárcel más trabajo forzado en obras públicas.

—Premio al denunciante—

El denunciante recibía 25 pesos como gratificación.

—Contra las lloronas—

En España las llamaban plañidoras. En el Perú: las lloronas. Fingían llantos e incluso convulsionaban. Pero San Martín dictó medidas drásticas para frenarlas. El 31 de diciembre de 1821 prohibió el luto fuera de los grados más próximos de consanguinidad o afinidad. 

—Reglamento de entierros—

También se dictó un reglamento sobre entierros. Los cajones debían ser de madera embarnizada de negro y no podían ir más de dos carruajes o seis personas a caballo al cementerio. Si moría el presidente o el arzobispo, todos debían estar de luto ese día.

—Piques de ese entonces—

En el pasado había un problema similar al actual, por eso, en julio de 1837 se prohibió las carreras de caballos en las calles.

—Contra los vagos—

El 16 de setiembre de 1829 se declaró vagos a todos los que no se ocupen de cultivar las tierras. Pero en enero de 1924 se oficializó la Ley 4891, que definió al vago como todo aquel que no ejerciera profesión, arte ni oficio.

Fuente: Agencias
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