Los alcaldes distritales Juan Carlos Zurek, Manuel Velarde y Jorge Muñoz han anunciado que postularán a la alcaldía de Lima.
Los alcaldes distritales Juan Carlos Zurek, Manuel Velarde y Jorge Muñoz han anunciado que postularán a la alcaldía de Lima.
Mabel Huertas

Manuel Velarde le dice “miserable”, Juan Carlos Zurek lo llama “mezquino”. Aceptémoslo, el alcalde de Lima, Luis Castañeda, va a tener que aguantar los embates de quienes van a intentar capitalizar su desprestigio. El 60% de desaprobación (Ipsos) es parte de una tendencia que hace presagiar que el “mejor alcalde de todos los tiempos” (según los ayayeros de Solidaridad Nacional) no tendrá un final feliz.

Castañeda ya empieza a ser parte de un ayer frustrado: grandes obras inconclusas –ahí están el intercambio vial de El Derby, el ‘by-pass’ de Benavides, la ampliación de la Ramiro Prialé y una Vía Expresa del Sur que apenas llegamos a ver en 3D–. A esto se suma una reforma del transporte en pausa y la manifiesta vulnerabilidad ante desastres naturales. En breves pinceladas, esta es la Lima que pretenden, con anticipación, Jorge Muñoz (actual alcalde de Miraflores), Juan Carlos Zurek (de La Molina) y Manuel Velarde (de San Isidro), cuyos valores, aseguran los tres, están en la experiencia en la gestión municipal.

No deja de ser una curiosa casualidad que las cabezas de los distritos que albergan a los limeños con mayores recursos económicos, o llamados ‘pitucos’, aspiren a la Alcaldía de Lima Metropolitana, ¿o es que confiados en sus –relativamente– exitosas gestiones vecinales piensan poder replicarlas en la gran capital?

Veamos sus credenciales: el primero en lanzar su candidatura fue Muñoz. Desde noviembre ya posaba con la lampa de Acción Popular y hoy, según una encuesta prematura de intención de voto realizada por Ipsos, posee el 3% de las preferencias. Algunos podrían decir que, en líneas generales, Miraflores no está mal, su administración ha ganado premios por buenas prácticas en seguridad ciudadana y en gestión pública.

Zurek, de Somos Perú, aunque tiene una fuerte oposición en su propio distrito, luego de dos gestiones consecutivas ha sabido aprovechar las oportunidades para ganar cámaras y enfrentarse a Castañeda –es el caso de la vía expresa Javier Prado, el ‘by-pass’ Óvalo Monitor y el peaje de Evitamiento–. Pese a ello su intención de voto es de solo 1%.

Por su parte, Velarde decidió ponerse en vitrina hace una semana y ha invitado a los partidos a que lo patrocinen para postular en lo que él ha llamado una “iniciativa ciudadana” (¿?). En sencillo; no tiene partido y ahora está en una clara batalla mediática por despegarse del rubro ‘otros’ en el que se encuentra en las encuestas. Esta semana, en medio de una disputa por la ampliación de la Av. Aramburú, con mucho histrionismo llamó “miserable” a Castañeda, lo que le valió los aplausos de varios ‘haters’ del burgomaestre (¡y vaya que no son pocos!).

Pero, ¿qué pueden hacer estos alcaldes de distritos con altos presupuestos y bajas tasas de morosidad tributaria por Lima, una ciudad caótica y hostil, peligrosa y víctima de su informalidad, comparada con la pasividad casi bucólica de, por ejemplo San Isidro? ¿Cómo sintonizaría el limeño de, digamos, el denso y urgido San Juan de Lurigancho con las propuestas medioambientalistas de primer mundo, como la ciclovías? ¿Qué estrategias de comunicación política, además de abandonar el impecable terno, utilizará Muñoz para generar empatía con el electorado? ¿Qué propuestas contundentes, más allá de la calificativos a Castañeda, presentará Zurek? Vamos a ver qué tanta ‘esquina’ tienen y qué tan bien conocen a este electorado que, en los últimos años, se ha sofisticado y que, contrariamente a lo que pensó el actual alcalde, ya no se contenta solo con el panorama del gris cemento.

PD: Frente a estos gestores experimentados en distritos privilegiados, se proponen candidatos con posicionamiento político, que –más bien– poco conocen de gestionar una ciudad y que, sin embargo, a ocho meses de las elecciones, resultan ser los preferidos: Enrique Cornejo (13%), Renzo Reggiardo (11%) y Humberto Lay (10%). Un ex ministro y dos ex congresistas que aún mantienen perfil bajo pero que bien vale analizar en una próxima entrega.