PPK y la Alianza del Pacifico, por Jason Marczak
PPK y la Alianza del Pacifico, por Jason Marczak
Jason Marczak

La integración está siendo cuestionada en Europa y los electores occidentales apoyan políticas públicas que favorecen más barreras nacionales. Pero este no ha sido el camino del Perú bajo el mandato del presidente Ollanta Humala, y no va a ser la ruta del presidente electo, Pedro Pablo Kuczynski (PPK).

Por eso, tiene sentido que PPK –en su primer viaje desde que fue declarado presidente electo– haya asistido a la cumbre presidencial de la Alianza del Pacífico (AP) la semana pasada junto con Humala para reunirse con sus nuevos homólogos. En la cita, PPK enfatizó que el Perú seguirá abierto y dispuesto a recibir inversión extranjera. 

La AP –establecida en el 2011 como acuerdo de integración profunda entre sus países miembros: Perú, Chile, Colombia y México– ha logrado ya importantes avances; entre ellos, un acuerdo para la eliminación de aranceles, la integración de las bolsas de valores bajo el Mercado Integrado Latinoamericano (MILA), una mayor movilidad de bienes y personas con la eliminación de visas, y programas de acreditación académicos entre los cuatro países. 

PPK ha anunciado que durante su administración se favorecerán acciones concretas que promuevan la equidad y reduzcan la desigualdad que existe en el Perú, especialmente entre Lima y el interior. Este enfoque es compatible con los objetivos de la Alianza del Pacífico. La AP no es un monstruo burocrático. Al contrario, es un grupo de cuatro países miembros y casi cincuenta observadores que buscan reducir las barreras que impiden el crecimiento económico de quienes lo conforman. La meta final: mejorar el bienestar de las 225 millones de personas que viven en estos cuatro países.  

Con ímpetu interno y apoyo externo, la AP debe seguir a la vanguardia de la cooperación regional. Como resaltamos en el último reporte del Atlantic Council, “La Alianza del Pacífico 2.0: próximos pasos para la integración”, para aprovechar el máximo potencial de este acuerdo, sus presidentes deberán consolidar su integración y encontrar maneras de hacer uso de la participación de países observadores, sobre todo en la región Asia-Pacífico. 

Y con su discurso en la reciente cumbre, PPK parece tener justamente ese objetivo en mente. Favorece el libre comercio, la cooperación y la competitividad, brindando confianza que aportará y se beneficiará de los acuerdos de la AP.

Con respecto a la relación del Perú con Asia, PPK afirmó que su primer viaje al exterior como presidente probablemente será a China, otro país observador de la AP. 

Habló de la unión latinoamericana en la práctica y no solo en palabras, con la intención de crear vínculos con otra región del mundo de alto crecimiento y potencial económico. El presidente electo está en lo correcto: una alianza sólida tendría una mejor palanca financiera que la que cualquier país de manera individual podría emplear.

Otro factor imprescindible en el desarrollo de la AP será la colaboración de los gobiernos con el sector privado. Para mantener y aumentar el crecimiento de la economía en una etapa posterior a la exportación de commodities, el Perú necesitará inversión, tanto pública como privada y nacional e internacional. En el bloque empresarial de la cumbre, PPK dijo: “Sí queremos promover la inversión privada, sí queremos promover la infraestructura” y que los empresarios tienen “la puerta abierta” en su gobierno. Otro tema de breve mención en su discurso pero de increíble potencial es la interconexión energética entre los países miembros. Actualmente, el proyecto con mayor avance al que PPK hizo referencia es el gasoducto que facilitará la exportación de gas natural desde el sur de Perú hacia el norte de Chile, el mismo que se completará en el 2018. 

Que el futuro jefe de Estado tenga en cuenta la importancia de profundizar la integración entre los miembros de la AP —uno de los acuerdos más prometedores en América Latina— es una buena señal de que entiende su responsabilidad en el desarrollo del beneficioso tratado, sobre todo en tiempos de incertidumbre a nivel global y regional. La AP es crucial para mejorar la vida de todos los peruanos. Seguir persiguiendo políticas públicas que mejoren la vida de los peruanos, es crucial. Y sin duda, en la última década, ningún acuerdo o iniciativa ha tenido el éxito de la AP. Ahora no es el momento de dar un paso atrás y en lo que lleva como presidente electo, PPK ha enviado al mundo señales de que su administración seguirá trabajando fuertemente en avanzar en esta materia.