Rescatando el Centro Histórico, por Ernesto Arias Valverde
Rescatando el Centro Histórico, por Ernesto Arias Valverde

La semana pasada el Ministerio de Cultura constituyó un grupo de trabajo multisectorial encargado de consensuar y proponer acciones para la recuperación del Centro Histórico de Lima. Este grupo funcionará por seis meses durante los que presentará propuestas viables para la intervención y recuperación del Centro Histórico a corto, mediano y largo plazo, tomando en consideración el presente riesgo de pérdida del patrimonio y los planes maestros existentes. Conformar este equipo es un esfuerzo importante y debe ser resaltado pues se trata de una nueva iniciativa para solucionar los problemas urgentes de la zona monumental. 

El equipo seguirá la línea de múltiples esfuerzos que se vienen dando para la recuperación del Centro Histórico desde 1991, cuando fue nombrado Patrimonio Cultural de la Humanidad. Algunos ejemplos son los estudios y campañas del Patronato de Lima y los planes realizados durante el gobierno municipal de Ricardo Belmont, no olvidando que la revalorización del Centro Histórico ha sido tarea principalmente de las administraciones municipales posteriores (Alberto Andrade, Luis Castañeda y Susana Villarán).

Desde 1991 se ha avanzado considerablemente, pero el Centro de Investigación, Documentación y Asesoría Poblacional estima que actualmente el 83% de los edificios monumentales registrados (de los más de 600 existentes) corre peligro de colapsar. Estos edificios en muchas ocasiones son utilizados con fines comerciales (u otros usos) que no se encuentran regulados, lo que causa el deterioro o incluso la destrucción del patrimonio. 

Un claro ejemplo son las casonas de la Plaza Dos De Mayo, de las cuales una se incendió en el 2014 y otra a inicios del 2017 (pese a que hubo mucho debate sobre los problemas del Centro Histórico y la conservación del patrimonio tras el primer incendio). Además, las casonas que son utilizadas como vivienda normalmente se encuentran tugurizadas y en condiciones que no solo atentan contra el patrimonio, sino que ponen en riesgo a sus habitantes.

En las últimas décadas han existido planes para la recuperación del Centro Histórico y planes generales para Lima (como el PLAM 2035), pero estos no suelen ejecutarse plenamente, principalmente por falta de continuidad en la visión de los mandatarios. Lo mismo sucede con las obras. Por ejemplo, durante la gestión de Villarán se comenzó a construir el proyecto Vía Parque Rímac, pero el proyecto Río Verde (que formaba parte de este), fue cancelado por la administración de Castañeda. El dinero destinado a esta obra fue utilizado para construir el ‘by-pass’ de la avenida 28 de Julio.

En el Centro Histórico, la gran mayoría de intervenciones se ha orientado a renovar las zonas turísticas y no a mejorar los servicios para la población. El contraste que existe entre el “eje turístico” que va desde el Parque de la Exposición hasta la Plaza de Armas y el resto del Centro Histórico es notable. Lo más preocupante es que gran parte del patrimonio monumental se encuentra en las zonas abandonadas. Cabe recordar que la “postal” tradicional que conocemos del Centro Histórico realmente no es tan histórica. Por ejemplo, el Palacio de Gobierno fue construido entre los años 1926 y 1938, y la Catedral de Lima, si bien data de 1535, fue totalmente remodelada después del terremoto de 1940. Difícilmente estas obras arquitectónicas resultan ejemplos de la Lima Colonial.

Para rescatar el centro histórico es fundamental realizar un diagnóstico del patrimonio para determinar el estado real de la situación. Al mismo tiempo, se deben revisar las normas vigentes de modo que estas realmente ayuden a preservar la ciudad. Estas deben brindar un marco legal para que las intervenciones sean a largo plazo. La visión del Centro Histórico debe ser integral, no es suficiente trabajar intervenciones aisladas como ha sucedido en décadas anteriores. 

Lo primero que debería plantearse el nuevo grupo de trabajo es la visión que se quiere para el Centro Histórico. ¿Qué es lo que se busca? ¿Mantener la postal que conocemos de Lima? ¿Revalorizar el pasado colonial o prehispánico? ¿Mejorar el Centro Histórico para sus habitantes? Una vez que esto esté claro se podrá comenzar a hacer propuestas coherentes y que no caigan en el olvido.