Ilustración: Giovanni Tazza
Ilustración: Giovanni Tazza

Hace unos meses estaba sentado en un restaurante en la ciudad de Rosario, Argentina. Me ped una carne. No haba sal sobre la mesa. Extraado, ped al mozo que me la trajera.

Unos segundos despus el mozo coloc un salero sobre la mesa. Ech un poco de sal a mi carne. Advert, sin embargo, que el mozo permaneca parado al lado de mi silla. Extraado, le dije que, por el momento, no necesitaba nada ms.

No se preocupe, seor. Lo que ocurre es que estoy esperando que acabe de echarse sal para retirar el salero, me contest. Le dije que lo dejara noms. Que quizs ms adelante echara un poco ms.

Para mi sorpresa insisti. Lo que ocurre es que estoy obligado a retirar el salero cuando termine. Pens que el restaurante sufra de una aguda escasez de saleros, lo que obligaba al mozo a retirarlo para poder llevarlo a otros clientes. Me extra porque la categora del restaurante no pareca indicar que no tena presupuesto para comprar unos saleros adicionales. Ya algo molesto, le dije que lo senta pero que necesitaba que dejara el salero.

El mozo insisti. Cuando le dije que el restaurante debera comprar ms saleros si quera atender bien a los clientes, me dijo, en tono medio de disculpa y a la vez de justificacin: Lo siento, seor, pero eso dice la ley. La ley?, le pregunt. Entonces me explic el origen del problema.

Resulta que exista una norma estatal que prohiba que los clientes pudieran permanecer con la sal en la mesa. Si el cliente peda sal, el mozo deba entregarla y permanecer en la mesa hasta que se echara lo necesario, para retirarla inmediatamente.

Un amigo argentino, al que le coment el incidente, me confirm que, efectivamente, exista una norma legal como la que me mencion el mozo. Me explic que las autoridades consideran que siendo la sal en exceso daina, era necesario proteger a los consumidores que se echaban demasiada sal. Por ello estaba prohibido que se quedara en la mesa.

Me qued realmente perplejo. Tienen las autoridades el derecho a impedir que eche demasiada sal? Ya solo faltaba que crearan una Asociacin de Salados Annimos a los que deben acudir obligatoriamente las personas adictas al cloruro de sodio.

Por supuesto que varias personas dirn que la regulacin argentina est justificada. Esa es una aproximacin que, les guste o no a ciertas personas, parte de una concepcin socialista, segn la cual el Estado puede decidir mejor que yo qu es bueno para m.

Por supuesto que no hay que ser socialista para tener ideas socialistas. Lo curioso es que estas ideas se han filtrado en todos los aspectos de nuestra vida y las solemos tomar como de lo ms naturales.

Otro ejemplo de lo mismo es el sistema previsional. Como en el caso de la sal prohibida en la mesa, el Estado ha decidido hace dcadas que nos puede obligar a ahorrar porque si no lo hacemos nos podemos perjudicar. Sobre eso ha girado toda la discusin sobre la reciente ley que permite a quienes tienen depsitos en una AFP retirar el 95,5% cumplidos los 65 aos.

El ahorro forzoso es una idea de base socialista, nefasta cuando el dinero debe ser depositado en una entidad estatal (como el sistema de seguridad social) y algo menos dramtica cuando el depsito es privado. Por eso lo correcto es eliminar el ahorro forzoso desde un inicio y devolver a las personas su libertad de elegir, y no solo desde que cumplen los 65 aos.

Las personas son los mejores jueces de lo que es bueno para ellos. Puedo decidir ahorrar de una manera distinta o invertir mi dinero en la educacin de mis hijos o en comprarme un departamento. Ello generar no solo ms opciones sino ms competencia con la creacin de nuevas alternativas de ahorro o seguridad. Pero el Estado est siempre metiendo sus narices donde no le toca.

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