Balance y liquidación de la primera vuelta, por Alfredo Torres
Balance y liquidación de la primera vuelta, por Alfredo Torres
Alfredo Torres

Las elecciones presidenciales suelen concluir con un ganador y varios derrotados. Las del 10 de abril, en cambio, han dejado como curiosa consecuencia una sensación de triunfo bastante extendida. Vale la pena revisar las razones de tan sorprendente desenlace y lo que este implica para el futuro.

Keiko Fujimori, la primera ganadora: sin duda, la candidata de Fuerza Popular es quien más motivos tiene para celebrar. Pasó de obtener 24% de los votos válidos en el 2011 a casi 40% esta vez, y de 37 congresistas entonces a una mayoría absoluta de 71 parlamentarios en esta elección. El triunfo de Fujimori fue de punta a punta. Su ventaja de casi 19 puntos sobre su futuro contendor le hace ver con optimismo su opción de triunfo en la segunda vuelta.

Pedro Pablo Kuczynski, el triunfador potencial: PPK, el tercer lugar del 2011, empezó segundo la campaña del 2016 y se mantuvo ahí la mayor parte del tiempo. Solo cedió la posición cuando surgió Julio Guzmán, pero al quedar este fuera de carrera, recuperó el puesto y logró mantenerlo hasta el final, a pesar de la arremetida de Verónika Mendoza. Sus menores anticuerpos en contraposición al extendido sentimiento antifujimorista le hacen pensar que puede derrotar a Keiko en la segunda ronda.

Verónika Mendoza, derrota con sabor a triunfo: con reducida intención de voto hasta la salida de Guzmán, trepó luego rápidamente hasta llegar al “empate técnico” con PPK. Finalmente, no lo superó, al recibir PPK algunos votos “útiles” de candidatos rezagados y perder ella puntos valiosos a favor de Gregorio Santos, pero ganó en el sur y obtuvo la segunda bancada parlamentaria, después de Fuerza Popular. Con ello, se ha convertido en la nueva lideresa que la izquierda buscaba desde los tiempos de Alfonso Barrantes. Sus ojos ya están puestos en el 2021.

Alfredo Barnechea, derrotado con futuro: aprovechó también la salida de Guzmán y llegó al tercer lugar. Errores de menor cuantía lo hicieron caer a la cuarta ubicación, pero consiguió el suficiente respaldo para que su partido pasara la valla electoral. Sin duda, volverá en el 2021 decidido a corregir las deficiencias que le impidieron llegar más lejos esta vez.

Julio Guzmán, ganador imaginario: cuando el JNE resolvió no aceptar su candidatura, las encuestas lo ubicaban en segundo lugar. Para un candidato que había crecido muy rápido en pocas semanas, esa proyección lo hacía sentirse ya presidente electo. Tomó muy mal la exclusión y sus denuncias en el extranjero no han caído bien, pero puede recuperarse y volver con energías renovadas en el 2021.

César Acuña, expulsado y ganador: fue excluido de la contienda por el JNE cuando ya venía de bajada, pero logró que su partido, APP, alcance una bancada parlamentaria mayor a la de Acción Popular y el Apra.  

Gregorio Santos, triunfo moral: no alcanzó a pasar la valla electoral, pero su destacado papel en el debate presidencial y su alta votación en Cajamarca y Puno le dan una proyección futura, si sale bien librado del juicio por corrupción en curso.

Pero también ganaron las encuestas: vapuleadas por varios candidatos y víctimas de innumerables troles en las redes sociales, las encuestadoras principales siguieron bien las alzas y bajas de la campaña y concluyeron con proyecciones muy cercanas al resultado final. Los resultados en votos emitidos (Fujimori 33%, PPK 17%, Mendoza 16%, Barnechea 6%, García 5%, otros 6%, blanco y viciado 17%) son similares a los que registraban las últimas encuestas y los resultados en votos válidos, excluyendo blancos y viciados (Fujimori 39,9%, PPK 21%, Mendoza 18,8%, Barnechea 7%, García 5,8%, otros 7,5%) confirman con diferencias de décimas los conteos rápidos transmitidos el mismo día de las elecciones en la televisión.

Los grandes derrotados: el fracaso más notorio ha sido el de Alan García. Su partido pasó la valla, pero se esperaba mucho más del elocuente ex presidente. Junto con él, perdió la otrora popular Lourdes Flores, cuyo partido ni siquiera consiguió la elección de un parlamentario. Pero la caída más estrepitosa fue, sin duda, la de Alejandro Toledo, que luego de una serie de desafortunadas declaraciones se hundió en el rubro “otros” de las encuestas y dejó fuera del Congreso a su partido; triste final para un ex presidente que alguna vez gozó de alta votación. De manera más silente, terminaron también fuera de juego el presidente Ollanta Humala y Nadine Heredia, que retiraron a todos sus candidatos ante la inminencia de una severa derrota. En política nada es definitivo, pero el camino de retorno para todos ellos es muy empinado y resbaloso.