Los errores de Nadine, por Federico Salazar
Los errores de Nadine, por Federico Salazar
Redacción EC

La primera dama Nadine Heredia se equivocó. Cuando uno se equivoca, lo peor es echarle la culpa al otro. La carta notarial enviada a la revista “Cosas” para tratar de evitar que se publique su entrevista es otro error.

La entrevista revela la visión que tiene la señora Heredia de su relación con el presidente de la República.

Sobre el “levantamiento de Locumba”, cuenta, sin que se le preguntara, que ella lo conminó a realizarlo.

“Si él me ve más firme, se fortalece”, confiesa, con mucha transparencia la primera dama. O sea, si ella no se hubiera mostrado firme, él no se fortalecía.

La relación de pareja no es incumbencia de nadie, mientras no tenga consecuencias políticas. Sobre la última crisis ministerial, la señora Heredia se ve a sí misma igualmente protagónica.

Ella cuenta que los ministros le decían: “¿Quiénes vamos a salir? Mis directores no quieren firmar nada porque todos estamos en evaluación.”

¿O sea que tenemos ministros que dejan que los subordinados se subleven porque no saben si el ministro va a salir? ¿Y por qué esos ministros le reclamaban a la señora Heredia?

El relato sobre la crisis del sueldo mínimo también es revelador. “Tú has conversado con él, Miguel? ‘No, yo no he conversado con él’, dijo Miguel. Presidente, ¿usted ha conversado con él? ‘No, yo no he conversado con él’, dijo el presidente…”, cuenta la entrevistada.

Al margen de la veracidad del relato, la señora Heredia se equivoca al dar esta versión frente a una grabadora.

Como si el ministro de Economía y el presidente de la República le dieran cuenta a ella de lo actuado.

La señora Heredia no es nueva en política. Debería saber que sus declaraciones tienen consecuencias políticas. No le hacen ningún bien a la autoridad del gobierno, de los ministros y del presidente.

Para Heredia, César Villanueva “es un zorro de la política”. No contó, lamentablemente, a quién, en el gobierno, se le ocurrió la iluminada idea de llamar, nada menos que como presidente del Consejo de Ministros, a un “zorro de la política”.

La primera dama sostiene que es mentira que él decidiera salir del gobierno cuando escuchó las declaraciones de Nadine. O sea, ella sabe más que Villanueva sobre cómo piensa Villanueva.

Quizá sea mentira que Villanueva haya salido por su propia iniciativa. Pero, ¿cómo podemos saber las razones de Villanueva?

La señora sabía que la entrevista se publicaría: “Y te lo estoy diciendo en términos formales porque estás grabando”, le dice, en un momento, al periodista de la revista “Cosas”. Es decir, la primera dama quería que todos sepamos lo que ella piensa.

A pesar de eso, ella envía una carta notarial tratando de desautorizar la publicación de las fotos y de la entrevista.

Sorprende, pues, su escaso conocimiento de lo que es el deber profesional de la prensa, en el Perú y en cualquier parte del mundo.

El origen del problema, sin embargo, no está en la publicación sino en las declaraciones. Y en las ideas de las que provienen.