Los esfuerzos del papa Benedicto XV para garantizar la seguridad de los buques hospitales han fracasado, pues Alemania se niega a no atacarlos pese a la garantía del Pontífice que no transportarán sino heridos, teniendo como observadores a sacerdotes de países neutrales. El Papa notificó a los emperadores Carlos y Guillermo, de Austria y Alemania, respectivamente, que son responsables ante Dios y la humanidad por esos hundimientos y probablemente publicará una encíclica condenando la destrucción de esos barcos, evitando así que se dé una mala interpretación a su prudencia.
H.L.M.