Lo que los candidatos callan, por Arturo Maldonado
Lo que los candidatos callan, por Arturo Maldonado
Arturo Maldonado

Lo que los candidatos dicen y ofrecen en campaña es tan importante como lo que no dicen y callan, sobre todo en un contexto en que la realidad les da material para sentar posición en temas trascendentes y también para no decir nada –y pasar piola– en temas controversiales.

Esta semana dos hechos han puesto en la vitrina pública dos temas fundamentales, pero los candidatos casi los han obviado. Uno es el desastre ambiental en Bagua producto de dos derrames de petróleo en el oleoducto de Petro-Perú. El segundo es la agresión de los policías contra la manifestación pacífica del colectivo LGBT en la Plaza Mayor. 

En el caso del derrame, las imágenes del daño en el río son impactantes. El desastre ambiental no solo afecta la flora y fauna de la Amazonía, sino también a gente que solo tiene el río para pescar y sus parcelas para cultivar (ahora empantanadas de petróleo). Excepto Julio Guzmán, los candidatos no se han manifestado acerca de esta tragedia. 

El otro caso es el de la manifestación de los activistas LGBT en la Playa Mayor como parte de la campaña Besos contra la Homofobia. Las imágenes captadas por los propios activistas muestran cómo fueron reprimidos por la policía a punta de agua de rochabús y palos. Este trato contra los manifestantes se suma a las múltiples denuncias de agresión policial contra la población LGBT. No se ve en las redes sociales de los candidatos ningún comunicado acerca de la represión policial o manifiesto de solidaridad con los activistas de la causa homosexual.

En el caso del derrame de petróleo, lo que está en discusión en el fondo es el rol empresarial del Estado. Tras solidarizarse con los afectados, este suceso pudo disparar un debate acerca de si es el Estado, una empresa privada o una solución mixta la apropiada para gestionar los recursos naturales de todos los peruanos. 

Otro tema es el de la regulación ambiental. Si los postulantes hubieran sentado posición, los ciudadanos hubiéramos tenido un debate y hubiéramos mapeado a los candidatos en sus posiciones en este tema, teniendo un caso real y no solo una discusión en abstracto.

La unión civil, y en general la igualdad de derechos para el colectivo LGBT, es otro de los temas de campaña. Algunos candidatos han expresado su opinión a favor de la unión civil o en contra de ella. Sin embargo, cuando los activistas le ponen cara al problema, los candidatos a favor de la unión civil callan. Parecería que están a favor de la idea en abstracto, y que cuando esta se materializa en una demostración pública, prefieren hacerse de la vista gorda. Lo mismo pasa con los que se oponen. No son capaces de defender su posición frente a los abusos de la policía con este grupo.

Los ciudadanos esperamos que los candidatos opinen acerca de temas que atacan problemas de fondo. Eso nos ayudaría a elegir. En esta ocasión, ningún postulante se ha dado el trabajo de viajar a darle una mano a los afectados en la selva, ni de ofrecer unas palabras de apoyo al colectivo LGBT, ni de pedir explicaciones al comando policial por estos hechos. 

Más allá de si están a favor o en contra de la unión civil o del rol empresarial del Estado, estos hechos han afectado a quienes son parte de minorías que por lo general son ninguneadas. Se puede estar en contra, pero no ser indiferente.