Alberto Fujimori recibió el indulto y el derecho de gracia por razones humanitarias el pasado 24 de diciembre. (Captura)
Alberto Fujimori recibió el indulto y el derecho de gracia por razones humanitarias el pasado 24 de diciembre. (Captura)
Marco Sifuentes

En estos días, palabras como ‘reconciliación’ y ‘humanitario’ han pasado a tener significados muy distintos a los habituales. Esto es algo que, recordarán, solía ocurrir en los 90, ya que, entre otros méritos, el fujimorismo puede preciarse de haber sido pionero en el uso político de la posverdad. Los hechos se distorsionaban y lo que era bueno se pintaba como malo y viceversa.

Así que lo que queda aquí de espacio se usará para intentar rescatar ambas palabras, únicamente con hechos comprobados e irrefutables. Un pequeño reducto de datos. Nada de lo siguiente contiene opinión:

•El tiempo promedio desde que se ingresa una solicitud de indulto hasta su publicación en “El Peruano” es de 111 días. A Fujimori le tomó 13.

•El general Hermoza Ríos, el brazo armado del fujimontesinismo, fue condenado a 22 años, ha pasado 17 en condena, se encuentra en estado vegetativo hace meses pero el Gobierno no ha sido tan velozmente humanitario como con Fujimori.

•Jonatan Palomino, arequipeño de 22 años, murió de tuberculosis en prisión, durante las fiestas, esperando algo de humanidad de PPK.

Fujimori solicitó el indulto el 11 de diciembre. La documentación sustentatoria se presentó el 18, pero estaba incompleta. El 22 recién se completaron los informes médicos. Dos días después, PPK se puso humanitario.

•Juan Postigo, médico de confianza del ex dictador, integró la junta médica que recomendó el indulto.

•Todo esto le parece normal al nuevo Facundo Chinguel, el señor Juan Falconí, viceministro de Justicia, quien, por cierto, alguna vez fue acreditado por Fuerza Popular como abogado de uno de sus congresistas.

•A otro ex dictador, Videla, también lo indultaron en aras de la reconciliación. Años después, un tribunal internacional lo acusó por otro de sus crímenes. Murió en prisión.

•A otro corrupto de los 90, Crousillat, lo indultaron porque estaba viejo y enfermo. Lo captamos comiendo un chupe de mariscos en Costanera 700. Volvió a prisión.

•Si Fujimori realmente hubiese estado en la unidad de cuidados intensivos no podría haber estado recibiendo visitas políticas ni grabando videos.

•Además de sus crímenes de lesa humanidad, Fujimori tiene otras cuatro sentencias por corrupción comprobada (usurpación de funciones, interceptación telefónica). Como ha informado este Diario, aún debe pagar más de S/50 millones como reparación civil al Estado y a sus víctimas.

•El 20, cinco congresistas de Kenji se reunían con Alberto Fujimori en la prisión de Barbadillo. Al día siguiente, su voto salvó a PPK de la vacancia. Los otros fujimoristas que se abstuvieron recibirían una llamada personal del ‘Chino’. Ese mismo día, Mercedes Aráoz tuiteó que el Gobierno no negociaba ningún indulto.

•El derecho de gracia otorgado por PPK también libra a Fujimori del juicio por la matanza de Pativilca. Jamás se le juzgará por los seis campesinos torturados salvajemente y ejecutados por el grupo Colina. Y disculparán que esto no termine con un dato sino con una pregunta: si esto no hubiese pasado en Pativilca sino en el club El Golf, al que PPK es tan asiduo, ¿ustedes creen que habría habido “reconciliación”?