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Redacción EC

Un laboratorio clandestino de clorhidrato de cocaína, seis pozas de maceración de hoja de coca y 8.675 kilos de insumos químicos fueron incautados por la División Antidrogas en los valles de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (). De esta manera, la policía evitó la elaboración de 130 kilos de alcaloide de cocaína.

La intervención policial, a cargo de 'Los Sinchis' de Mazamari y agentes Antidrogas de Palmapampa (), se ejecutó por aire y tierra en las provincias de La May y Huanta, en Ayacucho. Para ello, se utilizaron cinco helicópteros. 

En la primera intervención, ejecutada el pasado 9 de julio, se destruyó un laboratorio clandestino para el procesamiento de clorhidrato de cocaína en el Centro Poblado San José, en el distrito de Santa Rosa, provincia La Mar. Ahí se halló se 647.200 Kg. de esta . Asimismo, se incautaron 1.675 litros de acetona y 20 municiones calibre 7.62 x 51.

Este laboratorio contaba con un generador de luz, hornos microondas, gatas hidráulicas, prensas de metal, alambiques, cocinas y balones de gas.

La policía informó que los narcotraficantes, al escuchar el sonido de los helicópteros, se dieron a la fuga. Sin embargo, desde la parte alta de los cerros hostigaron y dispararon contra el personal policial.

Según las investigaciones, uno de los presuntos propietarios del laboratorio de droga sería elconocido como“Vaticano”, principal acopiador de droga en la zona de Santa Rosa que luego es enviada a Bolivia.

Vaticano tendría nexos con remanentes terroristas de Sendero Luminoso, quienes a cambio de brindar seguridad al laboratorio de clorhidrato recibían cupos de dinero producto del narcotráfico.

En la segunda operación se destruyeron seis pozas de maceración de hoja de coca y se decomisaron 7 mil kilos de insumo químicos fiscalizados como gasolina, cal y sal yodada, entre otros. Esta intervención se desarrolló en los alrededores del centro poblado Mayapo, en el distrito de Llochegua, provincia de Huanta. 

Tras las operaciones policiales, tanto los insumos químicos fiscalizados como los enseres incautados fueron incinerados in situ por disposición del fiscal Marco Basilio Chaupis.

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