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Mateo Huaman, Cusco
Alicia Rojas Sánchez

El mismo escenario desde donde hace medio año se monitoreaban los desastres de El Niño costero, ayer se convirtió en el auditorio del ingenioso Mateo Huaman Lonconi, alumno del colegio Humberto Luna de Cusco, que demuestra con su proyecto la nobleza que lo invade a sus 9 años.

Junto a sus maestras, Mateo llegó a Lima desde el sector de Cuychuiro (Cusco) para presentar en el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) del Ministerio de Defensa el detector de sismos que construyó básicamente con materiales reciclados. Pero los deseos de Mateo van más allá de proponer un diseño sencillo y útil: él quiere salvar vidas.

“Como están pasando muchos temblores en la Tierra, por eso hice el
detector de sismos. Lo que más me gustaría es salvar vidas”, contó Mateo a El Comercio.

La motivación que empezó en un salón de clases ha encontrado incentivos. Uno de ellos es la Beca Perú Talento Creativo, que tiene
por objetivo incentivar la vocación innovadora de los niños que, como Mateo, van cimentando la sociedad del futuro. Esta beca fue entregada por Pronabec a Mateo y a su colegio.

El otro sueño de Mateo es convertirse en científico, como empeñándose en su deseo de seguir salvando vidas. Por lo pronto, se aplica en Matemáticas, su curso preferido.

Durante su visita a Lima, Mateo miró hacia todos sus horizontes, incluyendo el del mar, que ayer conoció por primera vez.

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