Un día con el rey, por Pedro Suárez-Vértiz
Un día con el rey, por Pedro Suárez-Vértiz
Pedro Suárez Vértiz

Elvis Presley es considerado unánimemente como el Rey del Rock. Algunos lo llaman simplemente ‘El Rey’. Aunque en el rock n’ roll de los 50 realmente hubo muchos monarcas. Elvis, por no ser afroamericano, es quien recibe esta concesión cultural y no otros ídolos musicales de aquella época como Little Richard o Chuck Berry.

Pero, siendo justos, su grandeza no se debe a su apariencia. Su enorme voz, sus grandes canciones y sus revolucionarios movimientos corporales simplemente transformaron al mundo del blanco y negro al color, como explica el guitarrista Keith Richards. La música que Elvis tocaba está basada en el country con rhythm & blues, llevado a su estilo propio de rockabilly. La mezcla –que además incluía sus amados cantos góspel de la infancia– lo convirtió en un artista innovador. Su poderosa voz es un atributo muy admirado por todos los cantantes de rock posteriores. La banda inglesa Led Zeppelin forma parte de sus seguidores.

Este cuarteto de hard rock, con su cantante Robert Plant, acérrimo fanático de Presley, a pesar de cantar muy distinto, vendía igual o más entradas a sus conciertos que Elvis en los 70. Esto llamó mucho la atención de ambos y el interés por conocerse emergió. En mayo de 1974, Led Zeppelin fue invitado a un concierto del Rey del Rock con la promesa de conocerlo una vez acabado el show. Elvis, por su parte, guardaba mucho respeto por la banda inglesa. Incluso, durante el show se equivocó un par de veces y exclamó: “Tenemos que hacerlo bien, Led Zeppelin está en la audiencia…”.

Es lógico que dos estilos de rock tan diferentes se atraigan tanto. Claro, uno es la evolución del otro. Aunque Elvis rozaba también estilos oscuros. Basta escuchar Polk Salad Annie. Los artistas se conocieron por primera vez en la suite de Elvis, donde hablaron por horas de horas. La velada terminó con un aparatoso incidente: Peter Grant, mánager de Led Zeppelin, se tropezó y cayó encima de Vernon Presley, padre de Elvis. La anécdota explica muy bien las conductas generacionales tan distintas entre un artista de los 50 y otros de los psicodélicos 70.

Los Beatles también recuerdan cuando lo conocieron, nueve años antes que Zeppelin. Ellos fueron infl uenciados fuertemente por Elvis y por meses trataron de conseguir una reunión con él. Cuando llegó el día, Priscilla Presley, esposa de Elvis en ese entonces, cuenta que los Beatles quedaron atónitos y sin palabras. Entraron a su casa y quedaron sin decir nada. Estaban supernerviosos, como unos niños. Elvis, al verlos, dijo: “Si solo se van a quedar mirando, mejor me pongo a hacer lo mío”. Entonces agarró un bajo eléctrico y empezó a solear encima de una canción de Charlie Rich. Este acto apaciguó las cosas un poco y logró que los artistas se conozcan; incluso, John contó que llegó a tocar un poco con él ese día. Algo que los Beatles restantes negaron posteriormente.

El impacto que generó Elvis al ser presentado por primera vez a ambas bandas de talla mundial es todavía recordado hasta el día de hoy. Los miembros de los Beatles y Led Zeppelin lo contaban en entrevistas y así uno se da cuenta del nivel de infl uencia de este gran intérprete. Elvis logró realizar 31 películas, una cifra alta pero al mismo tiempo corta al costado de las 600 canciones que grabó. Pero murió relativamente joven. Su muerte sigue causando controversia, pues se dice que falleció por sobredosis de drogas. Sin embargo, una autopsia reveló, en 1994, que la razón fue un infarto en el baño por constipación de colon. De todos modos, Elvis es un ícono en la música que logró infl uenciar a todos. Por ello Lennon alardeaba fantasiosamente de haber tocado con él en su casa. Pero sigámosle el juego a John, pues como dice un viejo dicho del rock n’ roll: “Nunca dejes que la verdad arruine una buena anécdota”.

Esta columna fue publicada el 22 de abril del 2017 en la revista Somos. 

Contenido sugerido

Contenido GEC