El hombre que volvió a Idris Elba un luchador de kickboxing
El hombre que volvió a Idris Elba un luchador de kickboxing
Jesus Osorio Calderon

Nací en Londres hace 37 años y empecé en el kickboxing a los 12. En seis años ya había sido tres veces campeón británico. Estudié para ser asistente judicial. Mi último combate fue en el 2011, me retiré como triple campeón mundial. Ahora dirijo el Double K. Gym.

Desde Tailandia hasta Francia, pasando por Holanda, Marruecos y Japón, Kieran Keddle ha subido 78 veces a un cuadrilátero como luchador profesional de kickboxing para conquistar seis títulos mundiales. 

Hace seis años decidió volcar su experiencia a la enseñanza, y solo en su primer año de entrenador cinco de sus alumnos alcanzaron un título mundial.  

Ahora se plantea una nueva meta: convertir al actor británico y ganador de un Globo de Oro, Idris Elba, en un luchador profesional. El camino para lograrlo ha quedado registrado en la nueva serie de Discovery Channel “Idris Elba: sin límites” que se estrena hoy en Latinoamérica, lo cual es motivo para sostener una conferencia telefónica con Keddle.


“Un luchador debe escuchar a su cuerpo y a su entrenador. La calidad del entrenamiento es más importante que la cantidad”, recomienda Keddle. 

“Un luchador debe escuchar a su cuerpo y a su entrenador. La calidad del entrenamiento es más importante que la cantidad”, recomienda Keddle.

—¿Cómo un famoso entrenador de kickboxing llega a ser parte de un programa de TV familiar?
Todo empieza gracias a mi amigo Warren Brown, él es un ex luchador y actual actor que conoce a Idris Elba, quien le confesó que quería tener una vida de luchador antes de que se hiciera muy viejo. Al comienzo mi amigo Warren le dijo que estaba loco, pero luego me lo presentó porque creía que yo era el hombre indicado. Ahora me toca entrenarlo y guiarlo en este deporte.

—¿Y qué es lo más difícil de entrenar a un actor?
Los horarios son un problema en el entrenamiento. Idris estaba participando en tres películas a la vez, además de producciones musicales. Otra de las cosas más difíciles es que él cree que puede hacerlo todo. Tengo que asegurarme de que no vaya por encima de lo recomendado y que su entrenamiento sea perfecto. Es difícil decirles a las personas que tienen que hacer sesiones técnicas para beneficiar al cuerpo. Idris lo entendió en dos meses.

—¿Cómo nació su pasión por el kickboxing?
Desde que tuve 11 años. Yo participaba en diferentes deportes, yo estaba en cualquier actividad que requiriera esfuerzo físico. Un día mi hermano mayor me dijo que debería intentar practicar kickboxing. Encontré un grupo pequeño que practicaba este deporte y me inscribí, al inicio no le tomé mucha importancia. Pasados los años, cuando ya tenía 14, tuve mi primera competencia, y fue ahí que me enganché.

—¿Cómo fue aquella experiencia?
Con mucha adrenalina y emoción; este es uno de los deportes en que la gente solo grita tu nombre y no el de otros. Si cometes un error, no es la equivocación de tu equipo, es solo tuyo. Esa pasión me enganchó y me hizo entrenar más veces a la semana. A los 18 años ya entrenaba a tiempo completo. Y aunque no ganas tanto, la satisfacción que tienes al viajar por el mundo gracias a tu talento en este deporte y conocer a gente diferente te reconforta. Ahora que soy entrenador es como un sueño hecho realidad.

—¿Por qué dedicarse a enseñar y no seguir peleando? 
Yo peleaba y era entrenador a la vez. Llegué a un punto en el que arribaban combatientes de distintas partes del mundo para luchar conmigo y para entrenar. Decidí que no podía comprometerme con ambas cosas. Ya había hecho lo suficiente en la lucha en términos de competencia ,ahora me tocaba entregar mis conocimientos. Me costó formar un propio estilo como entrenador pero se logró. Ese esfuerzo se ve reflejado en mi local Doble K Gimnasio, hasta ahí llegan luchadores de todo el mundo. Actualmente tengo 45 luchadores y 18 campeones del mundo han salido de mi gimnasio, aunque formar a una estrella de Hollywood como Idris es un trabajo que jamás imaginé.  


"Ya había hecho lo suficiente en la lucha en términos de competencia ,ahora me tocaba entregar mis conocimientos", cuenta Keddle.

—¿Qué aspecto de la personalidad de Idris lo sorprendió más en el proceso de entrenamiento?
Su dedicación y compromiso al entrenar conmigo. Hicimos todo tipo de adiestramientos. Incluso nos levantábamos a las 3 a.m. Nunca faltó a una sesión. A veces llegaba al gimnasio y estaba agotado de estar en el set por 12 o 15 horas. Su dedicación fue uno de los atributos para hacer posible este sueño. Idris no es como se podría pensar que es un actor. No es grosero ni arrogante,  siempre te hace sentir que tiene tiempo y es una persona muy cálida de corazón. 

—¿La edad es un problema en términos de entrenamiento?
A pesar de tener 44 años, él conserva la mentalidad de una persona en sus veintes. Con más edad uno se vuelve más sabio, obviamente te cansarás más rápido que una persona más joven. Pero algo importante de entender es que usted tiene que escuchar a su cuerpo y, al mismo tiempo, a su entrenador. La calidad de un entrenamiento es mucho más importante que la cantidad. 

—El documental muestra peleas verdaderas. ¿Cómo evitar que se vean falsas si un actor participa en ellas?
Una de las primeras conversaciones que tuve con Idris fue que yo no participaría en el documental si iba a ser falso. Tenía que ser real. Como dije, tomé el control de su campo de batalla y me aseguré de que se preparara con entrenadores y peleadores legítimos. Me aseguré de que todas las peleas fueran justas. Debes dejarle en claro al actor que existe la posibilidad de que pueda perder y ser eliminado. Hay una posibilidad de que se rompa algunos huesos. El actor debe estar dispuesto a tomar todas estas cosas. La única garantía que podía darle era el mejor entrenamiento posible. Mientras él se dedicara a esa rutina, yo sabía que estaríamos bien.

—La disciplina debe resultar vital para este tipo de deportes... 
 Es primordial. El deporte tiene que ser la primera cosa en tu vida. En los últimos meses, Idris  tuvo que apartarse del cine y de la música, el deporte tenía que ser su prioridad número uno. Tienes que ejercitarte en las noches, comer bien, entrenar bien y levantarte temprano. Por lo tanto, la disciplina es muy importante. 

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