(Foto: INPE)
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Yasmin Rosas

Carmen María Campos Otero tiene 43 años, cinco hijos y tres nietos a los que poco o nada ha visto durante los últimos seis años y ocho meses, tiempo que viene cumpliendo su condena dentro del penal Iquitos Mujeres, ubicado en la provincia de Maynas, departamento de .

Desde que entró a la cárcel, Carmen cuenta que se refugió en los libros y en la escritura. Ella explica que en las letras encontró el consuelo y la fortaleza necesarios para combatir sus penas y los días más difíciles de encierro. “Yo tenía un carácter terrible, nada me dolía, mi corazón era duro y poco a poco aprendí a valorar lo que me rodeaba”, señala.

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Durante la mañana de este viernes, Carmen recibió un reconocimiento por parte del (INPE) y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (Minjus) por haber logrado el tercer lugar en el concurso de relatos “Porque siempre hay esperanza”, que se realizó a nivel nacional con el apoyo de la fundación Buckner Perú.

(Foto: INPE)
(Foto: INPE)

A la ceremonia también asistió Luis Ángel Urbina Dávalos del penal de varones de . Él ocupó el primer lugar con su relato “Hasta el fin de mis días” y su logro fue dedicado a su hijo recién nacido y a su esposa.

Durante la ceremonia, ambos tuvieron la oportunidad de dar testimonio sobre el proceso creativo de sus obras, sus metas, aspiraciones y experiencias personales. Los cuentos de Carmen y Luis Ángel, junto a los de otros 31 internos se publicaron en un libro que lleva el mismo nombre que el concurso- Porque siempre hay esperanza-. El INPE señaló que la obra será distribuida en las bibliotecas de todos los establecimientos penitenciarios del país.

—Los testimonios—
Para Carmen, el traslado de Iquitos a Lima fue toda una experiencia. “Yo nunca había viajado en avión. Mis compañeras me dijeron que se me taparían los oídos y que se me revolvería el estómago… ¡Hasta miré por la ventana y no me pasó nada, llegué completita!”, cuenta la mujer.

Carmen dice que cuando vio la convocatoria sintió que debía participar, pero nunca se imaginó obtener un logro tan grande que la enorgullezca a ella y a su familia. “Publicar este libro me hizo ganar muchas cosas buenas. Durante 42 años mi padre nunca me dijo que me amaba o que estaba orgulloso de mí, pero cuando me premiaron, él me dijo todo eso. Yo gané lo que más quería, que es el amor de mi familia”, dice Carmen.

(Foto: INPE)
(Foto: INPE)

Hoy, le falta casi nada para salir de prisión y mientras el ansiado día llega, ocupa su mente planeando cómo llegar de improviso hasta la casa de su familia, ubicada en Lima. “No quiero que nadie sepa, yo solo apareceré en la puerta y los dejaré a todos sorprendidos”, cuenta con emoción.

Por su parte, Luis Ángel tiene una relación muy cercana con las letras y los libros. A través de la escritura Luis plasmaba su vida difícil, su convivencia con sus tíos y algunos deseos que tenía de niño y adolescente. A los 17 él participó en la primera Feria Internacional del Libro de Trujillo y, según cuenta, presentó un escrito dentro de una publicación de una autora trujillana.

“No me esperaba ganar. Cuando vi el afiche en mi pabellón anoté todo para poder participar y cuando vi que decía a ‘nivel nacional’, se me quitaron todas las ganas de participar. Pero luego pensé en que debía de intentarlo. Estoy muy feliz”, dice el joven trujillano.

El talento de Luis Ángel ha sido tan reconocido dentro del INPE que hasta el propio director de la institución, Carlos Romero Rivera, se ha comprometido a publicar su obra inédita llamada “La mugre que me agobia”.

“El título puede sonar un poco gracioso, pero en sí lo puse porque no trata de la mugre corporal, es sobre lo que hay en el espíritu, en el alma, sentimientos como el odio o la envidia, los crímenes. Eso va dedicado a los jóvenes, la idea es rescatarlos de la mala vida”, dice.

Para Carlos Romero, es importante que los programas de escritura, baile, canto y emprendimiento lleguen a todos los internos de los 69 penales del país. El funcionario señala que desde el INPE se está buscando humanizar el sistema carcelario y brindar todas las herramientas posibles que permitan la resocialización de los más de 93 mil internos del país.

“No es una labor sencilla, pero estamos uniendo esfuerzos y realizando programas especializados para que se pueda llegar a cada uno de ellos. Es importante que las personas confíen en las autoridades para que se les pueda apoyar en el proceso de cambio. Estas son personas que han cometido delitos, pero que más allá de eso, conviven con estigmas y estereotipos”, señala.

(Foto: Andina)
(Foto: Andina)

—Los datos—
Esta es la segunda edición del concurso de relatos realizado por el INPE y la fundación Buckner Perú.

En esta edición se presentaron más de 500 relatos y los miembros del jurado calificador fueron: Karla Velezmoro Contreras (periodista y guionista), Erasmo Vargas Montoya (subdirector de Educación Penitenciaria del INPE) y Alejandro Cussianovich Villarán (presidente del Consejo Directivo del Instituto de Formación para Educadores de Jóvenes, Adolescentes y Niños, Niñas Trabajadores de América Latina y El Caribe.

El segundo puesto lo ocupó el interno con el alias “Pingüino” del establecimiento penitenciario de Moquegua.

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