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Alejandro Sosa Pintado (36) y sus dos hijos, de 14 y 16 años de edad, son tres de los pasajeros que viajaban en el bus interprovincial Raracito que se volcó este jueves al río Rímac, en la , a la altura del sector de Casapalca (Hurochirí). Al menos 8 personas fallecieron debido al accidente.

Ellos contaron a El Comercio que abordaron el bus durante la medianoche en el terminal de Yerbateros, en Lima, y viajaban en dirección a la ciudad de Huancayo, en Junín, con motivo de pasar ahí las festividades por Año Nuevo. Relataron también cómo vivieron los minutos previos al vuelco del bus.

"Cuando desperté ya estaba en el río. Gracias a Dios puede salir vivo con mis dos hijos. Las cosas materiales se recuperan. Hemos podido rescatar a algunas personas que han salido más graves que nosotros", contó Alejandro Sosa en el Terminal Terrestre de Huancayo, donde se encuentro el módulo de atención y venta de boletos de Raracito Bus.

Él comentó que "en el transcurso del camino el bus recogió pasajeros, que al parecer no han sido identificados". Sosa también dijo que junto a la Policía Nacional y personal médico de una ambulancia que llegó a la zona pudieron trasladar a los primeros heridos, pero habían otras que quedaron debajo del vehículo siniestrado.

Uno de los hijos de Alejandro contó que en una parte del trayecto el bus se detuvo. "Antes, el carro lo estaban arreglando. Se paró como para comer y al carro le estaban arreglando una llanta", comentó.

Otro de los hijos de Sosa relató su testimonio en los momentos del accidente debido a que viajaba despierto. "Por evitar [chocar] a un carro que estaba al frente, el chofer quiso pasarlo y a la hora de eso, la llanta se levantó contra un muro y se dio la vuelta completa", narró junto a su hermano.

Los dos adolescentes y su padre presentaban hematomas y heridas superficiales en el cuerpo, y en este estado llegaron con sus respectivos boletos hasta el stand de venta de pasajes de Raracito en Huancayo. Ellos solicitaron atención médica, pues empezaron a sentir dolores en diversas partes del cuerpo. Sin embargo, el módulo está vacío desde las 8:10 a.m. y no obtuvieron respuesta.

Él contó que luego del accidente, y al estar aparentemente sin heridas graves, un vehículo los trasladó hasta La Oroya. Desde ahí, hicieron otro trasbordo para llegar hasta el terminal de Huancayo.

"He venido para ver qué solución nos pueden dar. En verdad yo he salido ileso con mis dos menores hijos y no mostrábamos síntomas, pero ahora sí nos está doliendo todo el cuerpo. Hemos perdido todos los documentos y dinero, y por la caridad del algunos transportistas hemos podido llegar a Huancayo. No es justo que ahora no nos den razón de nada", dijo Sosa Pintado.

Un miembro policial de la unidad de tránsito trató de comunicarse con los números de la empresa, pero no tuvo respuesta. Hasta el terminal también llegaron representantes de Indecopi quienes levantaron un acta; en tanto dicha familia que llegó a Huancayo a pasar fiesta de fin de año se quedaron en el lugar e sperando respuesta alguna.

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