Las instalaciones para Bolivarianos que sucumbieron al olvido
Las instalaciones para Bolivarianos que sucumbieron al olvido
Johnny Aurazo

Cuando fue anunciado como sede principal de los XVII Juegos Bolivarianos 2013, hubo regocijo en la ciudad y las autoridades locales calificaron la decisión de la Organización Deportiva Bolivariana (Odebo) de histórica. 

Era una oportunidad inmejorable para contar con una infraestructura deportiva acorde al siglo XXI. Complejos, piscinas y coliseos que serían “los mejores del Perú”, según el presidente del Comité Olímpico Peruano (COP), José Quiñones, hoy cuestionado por el retraso de las obras para los Juegos Panamericanos de Lima 2019. 

Sin embargo, casi tres años después de los Bolivarianos, muchos trujillanos sienten que todo lo anunciado fue un engaño en nombre del deporte.

—Complejo y olvidado—

La ciudadanía aún no olvida, por ejemplo, que la inauguración de aquellos Juegos fue en el complejo deportivo Mochica Chimú, pese a que la obra no estaba culminada. La construcción de este escenario no solo representó una inversión estatal de S/103 millones, sino que dejó también a los trujillanos sin su mayor espacio deportivo: el recordado complejo Chicago.

Hoy, la obra sigue inconclusa y se encuentra sujeta a un arbitraje ante la Cámara de Comercio de Lima. La Municipalidad Provincial de Trujillo resolvió el contrato porque –sostienen– la empresa constructora no cumplió con los plazos establecidos para su ejecución. En tanto, la empresa afirma que la comuna no les pagó los adicionales que se generaron durante la construcción. 

En el complejo deportivo Mochica Chimú, se construyeron tres escenarios: el estadio Chan Chan, el polideportivo Huaca del Sol y el coliseo Huaca de la Luna. Solo el primero ha sido abierto al público. Los otros dos coliseos son solo toneladas de cemento olvidado y fierros oxidados.

Según un reporte del Consorcio Supervisor Trujillo, empresa supervisora de los trabajos, el avance real de toda la obra es de 57,32%. “Nos dieron una infraestructura que no se había terminado y que desde sus inicios estuvo mal hecha por un expediente técnico deficiente. Creo que la intención no era dejar un gran escenario deportivo para Trujillo, sino que hubo objetivos políticos”, sostiene Jorge Seminario Mauricio, procurador del municipio trujillano.

—La promesa de Acuña—

Otra promesa incumplida es la Villa Bolivariana. El entonces alcalde de Trujillo, el ex candidato presidencial César Acuña Peralta, ofreció construir –junto a la empresa privada– la primera infraestructura de este tipo en la historia de los Juegos, la cual albergaría a los 3 mil deportistas que iban a llegar a Trujillo.

No obstante, la obra no se culminó a tiempo y los atletas tuvieron que alojarse en hoteles y otros espacios, algunos en malas condiciones. “Que no se diga que las obras están atrasadas. La mejor infraestructura deportiva del Perú está definitivamente en Trujillo y de eso debemos felicitarnos y estar orgullosos”, dijo Acuña en agosto del 2013.

—Deuda en Huanchaco—

En el balneario de Huanchaco, se erigió el polideportivo del mismo nombre. Se invirtieron S/10 millones para la construcción de canchas de frontón, rugby, fútbol y vóley playa, y una moderna piscina. Hoy, la pileta muere –paradójicamente– por falta de agua. “Su mantenimiento nos demandaría una inversión de S/30 mil al mes, que no tenemos”, dice el alcalde de Huanchaco, José Ruiz. 

En el 2014, el balneario volvió a ser sede de los Bolivarianos, pero esta vez para los juegos de playa. El certamen se disputó del 3 al 12 de diciembre de ese año y contó con la participación de unos mil deportistas provenientes de once países.

Lamentablemente, el problema vino después: la estadía y alimentación de las delegaciones dejó una deuda de S/2 millones a los hoteles y restaurantes que brindaron sus servicios. El COP y el Instituto Peruano del Deporte (IPD) cancelarían el monto luego de varios meses, tras el reclamo de los empresarios locales.

Conviene recordar que el entonces jefe del IPD, Francisco Boza, dijo que, con la infraestructura deportiva y mejorada para los Bolivarianos del 2013, Trujillo quedaría listo “para postular a cualquier competencia internacional”. La realidad parece desmentirlo.

—Perú quedó cuarto en los Bolivarianos—

Pese a ser el país organizador, como ocurrirá en los Panamericanos del 2019, al Perú no le fue bien en los XVII Juegos Bolivarianos del 2013. Apenas pudimos ocupar el cuarto puesto en el medallero general (participaron 11 países).

Colombia, con 414 medallas, 166 de ellas de oro, se llevó el primer puesto del certamen. Le siguieron Venezuela (457 preseas) y Ecuador (229). Perú logró 226 medallas, 61 de oro, 61 de plata y 104 de bronce. Además, nuestro país  fue el segundo con el mayor número de deportistas inscritos: 795. Colombia, el campeón, llevó 514 atletas. 

El deporte que más medallas le dio al Perú fue el tiro, disciplina disputada en Lima. En el ránking de los mejores atletas multimedallistas solo fueron considerados dos peruanos: la trujillana Andrea Cedrón (natación) y Nicolás Pacheco (tiro).

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