Exponen objetos que Juan Pablo II usó en Trujillo por llegada de Papa Francisco

La anunciada visita del papa Francisco a Trujillo en enero del 2018 ha reabierto recuerdos de la estadía de su Santidad Juan Pablo II en esta ciudad norteña.

Karol Wojtyla, el papa polaco, arribó a la capital liberteña el 4 de febrero de 1985 y antes de oficiar una multitudinaria misa en lo que ahora es el óvalo Papal, descansó en la sede del Arzobispado Metropolitano de Trujillo, ubicado en la Plaza de Armas.

Como recuerdo de esa histórica estadía, el Arzobispado de Trujillo conserva en su sede la cama donde Juan Pablo II descansó antes de dirigirse a miles de católicos y coronar a la Virgen de la Puerta de Otuzco como Reina de la Paz Universal.

“El papa Juan Pablo II llegó a Trujillo procedente de Piura. Vino afiebrado y tras dársele unas pastillas, descansó por espacio de veinte minutos en esta cama. El cubrecama, el colchón, la sábana y la almohada son los mismos que él utilizó. Para nosotros, es un lugar sumamente especial y valioso”, recordó el padre Francisco Castro Lalupú, administrador del Arzobispado de Trujillo.

Pero la cama no es el único objeto que conserva el Arzobispado 32 años después de la visita de Juan Pablo II a Trujillo. Sobre una mesa posan el caliz y la patena que Karol Wojtyla utilizó en la misa que ofició. Además, al lado derecho de la cama se encuentra la lámpara que alumbró a su Santidad durante los pocos minutos que estuvo en la habitación.

Otro recuerdo que conserva el Arzobispado de Trujillo de Juan Pablo II es su solideo. Fue obsequiado no durante su estadía en la capital liberteña, sino le fue entregado a monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, arzobispo de Trujillo, cuando este lo visitó en El Vaticano, años después. “Juan Pablo II era un hombre muy carismático que se ganó el corazón de todos los trujillanos”, expresó el sacerdote.

Como parte de los preparativos para recibir al papa Francisco en enero del 2018 en Trujillo, el Arzobispado ha abierto una sala que representa a la habitación que usó Juan Pablo II en su estadía en esta ciudad. El ingreso es gratuito y se podrán apreciar el solideo, el caliz, la patena, la cama y la lámpara que utilizó el papa peregrino.

El padre Francisco Castro subrayó que es muy importante que Trujillo se prepare espiritualmente para recibir al papa Francisco en enero del 2018. “Los sacerdotes y los fieles [católicos] tenemos que prepararnos espiritualmente para esa visita, porque quien viene es el vicario de Cristo, la cabeza visible de nuestra iglesia. El Santo Padre nos traerá el mensaje de Dios”, manifestó.