Cayaltí, cuna norteña del caballo peruano de paso
Cayaltí, cuna norteña del caballo peruano de paso
Redacción EC

WILFREDO SANDOVAL

La historia del antiguo criadero de caballo peruano de paso del distrito de Cayaltí está muy ligada a las andanzas de Limeñito, uno de los potros más notables que ha tenido nuestro país, nacido en esta antigua hacienda azucarera de Lambayeque.

Y es que gran parte del prestigio de este centro de reproducción, de propiedad de la Empresa Agroindustrial Cayaltí, recae sobre este ejemplar de paso elegante, pues obtuvo resonantes triunfos durante los 31 años que vivió en el ingenio azucarero.

Las excelentes condiciones genéticas le permitieron a Limeñito titularse campeón en muchos torneos. Este equino siempre retornó invicto tras participar en todos los concursos convocados por el Club Hípico Peruano de Lima.

El histórico ejemplar nació el 19 de junio de 1932 y murió el 29 de abril de 1963. Fue hijo del caballo Limeño Viejo y la yegua La Zapata, de propiedad de don Ramón Aspíllaga Becerra y de Federico de la Torre Ugarte, respectivamente.

Luego de varias décadas, los descendientes de este famoso caballo de paso continúan reproduciéndose en el criadero de Cayaltí que ocupa dos hectáreas. Los encargados de este centro de crianza registran, cada año, unos 30 nacimientos de potros que incrementan el número de caballos peruanos de paso. En su mejor momento, la empresa fue propietaria de hasta 350 ejemplares, pero hoy solo son 190.

De esto es testigo don Demetrio Guevara Vásquez, un antiguo trabajador de Cayaltí. Pese a las limitaciones que implica alimentar a más de 210 animales (de paso y de trabajo) el servidor azucarero muestra orgulloso una colección de trofeos obtenidos por Limeñito.

En el criadero de Cayaltí, considerado el que posee la mayor cantidad de caballos de paso en el país, existe escasez de alimentos balanceados pero destaca la calidad de vida que poseen los animales.

La mayoría de equinos está en dos corralones, pero existe un grupo selecto de nueve potros reproductores que son debidamente tratados para corregir algunos defectos que se presentaron en los últimos años, al ocurrir un cruzamiento desordenado de padres e hijos y otros parientes.

José Luis Zeppilli, jefe de la Fiducia Cayaltí, asegura que afortunadamente nunca se perdieron las elegantes formas de trotar del tren delantero del caballo, pero sí en la parte posterior. Este empresario sostiene que la empresa Backus ha ido donando varios ejemplares a lo largo de estos años para corregir las deficiencias genéticas, lo cual implica un lento proceso.

MIRADA AL PASADO

La tradición del caballo peruano de paso se remonta al siglo XIX, cuando empezó la crianza de caballos en el distrito.

Esta actividad tuvo su máximo esplendor en la época de los hacendados (en 1940), pero hubo problemas cuando la empresa pasó a manos de diversos grupos, entre ellos, una firma cubana que vendió indiscriminadamente los ejemplares, que fueron utilizados como bestias de carga en otras localidades de la región.

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