¿No le vas al indulto, Keiko?, por Pedro Tenorio
¿No le vas al indulto, Keiko?, por Pedro Tenorio
Pedro Tenorio

El indulto es una gracia presidencial, pero en el caso de Alberto Fujimori depende principalmente de su hija Keiko, lideresa de una oposición parlamentaria que, si quisiera, podría maniatar al gobierno de Pedro Pablo Kuczynski. Dado que la situación en estos nueve meses ha sido y seguirá siendo tensa con el fujimorismo, a PPK no se le ha ocurrido mejor estrategia que tantear el escenario para la liberación de Alberto, algo que no necesariamente ha sido recibido con entusiasmo en tienda naranja.

En la gran mayoría de casos, qué hijo no querría tener a sus padres cerca, y si es posible dentro de su propia casa. Pero en política no siempre las reacciones son las mismas. ¿Le conviene a Keiko Fujimori un indulto a su progenitor, con toda la carga extrafamiliar que ello implica para su actual proyecto? ¿Realmente Kuczynski está dispuesto a romper con sus aliados –para quienes un indulto a Fujimori es inaceptable– a fin de congraciarse con su principal opositora y obtener así una tregua duradera que le permita gobernar sin sobresaltos? 

La respuesta no es fácil, pero solo a un ingenuo de capirote podría ocurrírsele que hablar de “voltear la página” ante el fujimorismo en pleno mes de abril y celebrando 20 años del rescate de la residencia del embajador de Japón no equivale a deslizar la posibilidad de otorgar un indulto. Y Kuczynski no es un ingenuo de capirote: ha comprendido que no puede gobernar permanentemente enfrentado a un Congreso controlado por sus adversarios y con poco respaldo en las calles como consecuencia de su propio estilo ejecutivo.

¿Indulto presidencial o prisión domiciliaria, como se especula en las últimas horas (“”, dice PPK)? No son lo mismo, pero ambas son llaves para sacar al ex presidente de su celda en la Diroes, donde lleva casi 10 años luego de su extradición de Chile y múltiples condenas. ¿Inocente? Para nada. ¿Arrepentido del 5 de abril? Menos. Sin embargo, son las condiciones políticas actuales las que podrían determinar su excarcelación. Aunque el fujimorismo hace como que no le entusiasma el tema, la aparición de Carlos Bruce declarando que él “” tiene por objeto medir su impacto en la opinión pública. Ursula Letona le ha respondido que un indulto no está en la agenda de la familia, y José Chlimper rechazó la publicidad que los pepekausas le vienen dando al tema. En tanto Kenji Fujimori, al cierre de esta columna, callaba estratégicamente.

Habrá muchas opiniones, a favor y en contra. Pero la de Keiko, la que será decisiva para continuar o abortar el plan, aún no se escucha. De ella depende, así lo está sugiriendo abiertamente el gobierno. 

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