(Foto: Carlos Chunga)
(Foto: Carlos Chunga)
Carlos  Chunga

La Primera Sala Penal de Apelaciones de Piura aumentó de 20 a 23 años de prisión la condena contra el suboficial PNP Pedro Ismael Roque Becerra (58), quien en diciembre del 2017 disparó y dejó gravemente herida a su esposa Floresmila Apon Izquierdo (58).

La decisión de la sala revocó la sentencia emitida en octubre del 2018 por el Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de Piura, que halló responsable al policía del delito de tentativa de feminicidio en forma agravada, y resuelve una condena de 13 años de prisión por el mismo delito, pero en su forma simple.

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Sin embargo, la sala le impuso otros 10 años por el delito de tenencia ilegal de arma de fuego, por lo que en total Roque Becerra, quien fuera expulsado de la institución policial, deberá cumplir 23 años de prisión.

La nueva sentencia fue dictada por los jueces Elvira Rentería, titular de la sala, y Manuel Arrieta y Juan Carlos Checkley, quienes consideraron que existe concurso real de delitos. Según el artículo 50 del Código Penal, esto significa que hay varios hechos punibles que deben considerarse delitos independientes, por lo que las penas son acumulativas.

La apelación fue presentada por la defensa legal del policía. El abogado, Percy Ipanaqué, solicitó que se absuelva a Pedro Roque, aduciendo que el disparo fue una “casualidad” y no hubo dolo. Además, sostuvo que la víctima se retractó en sus declaraciones.

Por su parte, el fiscal Luis Venegas solicitó que se confirme la sentencia por feminicidio, y también se condene al imputado por tenencia ilegal de arma, dado que no contaba con la licencia respectiva de Sucamec.

- LOS HECHOS -
De acuerdo con la investigación del Ministerio Público, el 6 de diciembre del 2017 a las 8:30 de la noche, Pedro Roque llegó en estado de ebriedad a su vivienda del asentamiento Enace, en el distrito Veintiséis de Octubre, donde encontró a su esposa Floresmila Apon, con quien tenía treinta años de matrimonio.

En una mesa de la cocina, Roque empezó a limpiar su revólver y a jugar con él, mientras reclamaba e insultaba a su cónyuge sin motivo alguno. Luego de intentar calmarlo, Apon le advirtió que, si persistía en esa actitud, lo grabaría con su celular, a lo que el policía dio un golpe en la mesa y realizó un disparo.

Pese a que la bala cayó en el pectoral izquierdo de la mujer, muy cerca del corazón, Roque no la ayudó, sino que fueron sus hijos los que llevaron a la víctima al hospital Santa Rosa. Luego fue trasladada al hospital Cayetano Heredia, donde estuvo internada varios días.
Si bien la víctima mostró disposición para realizar la denuncia respectiva, al día siguiente, cuando fue entrevistada por el fiscal, señaló que el disparo fue casualidad, pues su esposo se encontraba en estado de ebriedad y no tuvo la intención de herirla ni asesinarla.

Sin embargo, la Fiscalía determinó que “los actos de violencia hacia la agraviada no son aislados”, pues hay antecedentes de violencia familiar por parte de Pedro Roque, quien en el 2012 ya había amenazado de muerte a su esposa e incluso “hacía alarde” de su arma.
Además, se acreditó una posición de dominio hacia la víctima, debido a las permanentes agresiones que esta sufría. Por ello, con relación a la tentativa de feminicidio, la sentencia señala: “Es evidente que se manifiesta una idea de dominación masculina, con raíces en la relación de subordinación como manifestación del poder.

El policía participó en la audiencia a través de una videollamada desde el penal de Piura (ex Río Seco), donde cumple su condena. Dijo sentirse arrepentido y pidió perdón. Se le impuso también el pago de S/ 1.000 por concepto de reparación civil.

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