Vraem: así operó teniente del Ejército en favor de narcotráfico
Vraem: así operó teniente del Ejército en favor de narcotráfico
Ricardo León

“ La corrupción existe, pero nosotros estamos siempre pendientes”, dijo el viceministro de Defensa Iván Vega el 14 de octubre. Aquel día la agencia de noticias The Associated Press (AP) había publicado un amplio informe sobre la relativa facilidad con que las narcoavionetas continúan aterrizando en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (), a pesar de las operaciones de destrucción de pistas clandestinas. Los militares inhabilitan las pistas que descubren mientras los narcos utilizan aquellas que se reconstruyen, como en un interminable ajedrez cartográfico.

En dicho reportaje, el periodista Frank Bajak incluye la versión del piloto de una de estas aeronaves, quien asegura que por cada vuelo algunos altos mandos de las Fuerzas Armadas recibirían hasta US$10 mil.

El ministro de Defensa, Jakke Valakivi, dijo que el reportaje incluía “información tendenciosa”. También opinó al respecto el jefe de Devida, Alberto Otárola: “Si AP tiene pruebas ciertas de que los militares cobran cupos, le pido públicamente que haga esa denuncia ante las autoridades”. Parecía una reacción en cadena perfectamente coordinada.

Ayer, el general EP César Astudillo, jefe del Comando Especial Vraem, declaró a la misma agencia: “Jamás se ha combatido al narcotráfico como lo venimos haciendo ahora”.

Pero algo había ocurrido poco antes. La noche del miércoles, Astudillo recibió la llamada del director general de la Policía Nacional, general Vicente Romero, quien le adelantó lo que después se haría público: un teniente del Ejército que había operado en varias zonas del Vraem en Mazamari. La Segunda Fiscalía contra el Crimen Organizado lo sindica como integrante de una red de narcotráfico. El militar tenía acceso a información sobre las operaciones de destrucción de pistas clandestinas, y habría reportado a Los Lápiz, una red de traficantes de la zona. A cambio habría cobrado alrededor de US$1.000 por vuelo. Lo atraparon el jueves 22 cuando estaba almorzando.

Inteligencia y paciencia

Lo primero que hicieron los policías que capturaron al teniente EP Wilmer Eduardo Delgado Ruiz fue incautarle los teléfonos celulares y sus respectivas tarjetas de memoria. La misma tarde del jueves arribó a Lima y fue enviado a la sede de la Policía Antidrogas.  El día resultó bastante largo.

Lea más en nuestra Edición Impresa

Contenido sugerido

Contenido GEC