"Fujimori desperdició oportunidad de consolidar la democracia"
"Fujimori desperdició oportunidad de consolidar la democracia"
Rocío La Rosa Vásquez

El 5 de abril de 1992 Alberto Fujimori cerró el Congreso, ordenó la reorganización de la instituciones judiciales, ordenó que los militares salgan a las calles e intervino los medios de comunicación. Raúl Ferrero era senador de la República en ese momento y llegó a ser detenido tras intentar ingresar al Colegio de Abogados de Lima tras este autogolpe. Estas son sus reflexiones de ese episodio de nuestra historia.

Hoy en su cuenta de Twitter, Fujimori ha escrito que el 5 de abril "no se mató a la democracia" sino que "se la salvó", que "para hacer tortillas hay que romper huevos y que Valió la pena". ¿Qué reflexión de su parte merece esta afirmación?
Muy respetable pero no coincido con ellas, creo que está equivocado. Lo que pasa con el ingeniero Fujimori es que él no tenía y no tiene todavía mucho conocimiento de la historia del Perú, cómo se gestó desde su independencia y lo difícil que fueron los primeros 50 años, porque solo tuvimos gobiernos militares y recién tuvimos un gobierno civil con José Pardo. Costó mucho esfuerzo el construir el sistema democrático, a nadie se lo regalan. Hubo un esfuerzo en 1990 para consolidar el sistema democrático que venía dañado del primer gobierno de Alan García, con una hiper inflación. Fujimori ganó en elecciones limpias, accede al poder democráticamente y desperdicia la oportunidad histórica de contribuir a consolidar un sistema democrático. Le entregaron un país en crisis, pero cuántos presidentes han encontrado países en crisis y lo que han tratado es de solucionarlas.

Alberto Fujimori también escribe hoy que antes de ese 5 de abril éramos el  país de la inseguridad, incertidumbre e inestabilidad. ¿Qué tenía que haber hecho y no hizo Fujimori para hacer frente a esta calamitosa situación que habíamos heredado?
Él tenía la inmensa ventaja de tener a una bancada de oposición que no tenía ojeriza contra él y lo que queríamos era generar una importante corriente de opinión en la población para que se sostuviera bien el sistema democrático. No hicimos ninguna labor obstruccionista, se le dieron -inclusive poco antes del golpe- facultades extraordinarias para que él pudiera legislar sobre pacificación y temas económicos y de empleo. Inclusive, cuando hizo el llamado 'fujishock', que era en el fondo el planteamiento que había hecho Mario Vargas Llosa en campaña.

¿Es decir no podían estar en contra porque consideraron que esa había sido una medida necesaria?
Casi indispensable.

¿A los decretos en seguridad ciudadana sí le hicieron observaciones?
Eran observaciones mínimas necesarias para perfeccionar los instrumentos puestos a consideración del Congreso. No eran de fondo, al contrario nos era difícil colaborar con el gobierno desde el Congreso sin ser gobiernistas. Fujimori fue desde el comienzo capturado por Vladimiro Montesinos, la bancada de Fujimori en el Senado estaba descontenta con Fujimori porque no les hacía caso. Nosotros le dimos todas las facilidades, hubo una colaboración que hasta nos preocupaba para que no se pensara que parecíamos gobierno.

Usted era senador en 1992, antes había sido decano del Colegio de Abogados de Lima, y quedó grabada esa imagen suya siendo empujado y tomado de los brazos por militares y policías para no entrar a la sede del colegio. Cuéntenos el antes y el después de esas imágenes.
El lunes [al día siguiente del autogolpe] tras el golpe de Estado Felipe Osterling, que era presidente del Senado, nos consulta y nos dice para sesionar como Congreso ya destituido. El decano del Colegio de Abogados nos cede el auditorio del colegio. Nos citan a las 6 de la tarde y estas fuerzas especiales de la policía y el Ejército nos querían impedir el ingreso. Desde el colegio me envían la cinta de ex decano y busco ingresar pero me dicen 'no'. Se produce esta discusión y tratan de detenerme, yo estaba con mi hijo, mi guardaespalda es el que más sufre los golpes. Me detienen y me llevan en un coche portatropas. Pasan los minutos y hay un relevo de los guardias y logro escapar y trato nuevamente de ir al colegio. Si no logro escapar no sé dónde hubiera terminado, seguro en el SIN.

¿Para usted hubo otras razones para ese autogolpe?
El facilismo gubernamental y la tentación que tiene todo jefe de Estado de que se haga lo que él quiere y como él quiere. Es mucho más fácil ser un gobernante autocrático donde uno tiene una sola idea y esa se impone, que llegar a consensos y acuerdos y a construir un sistema democrático. Cada gobierno democrático nuevo innova y consolida el sistema democrático. Todos los días aprendemos, hay que ponerse de acuerdo con la oposición, escuchar a quienes discrepan, tratar de escuchar lo bueno y llevarlo al gobierno, uno depende más de las opiniones ajenas y recoge los buenos consejos. Eso para Fujimori era muy difícil de entender cuando tenía un servicio de inteligencia que le ofrecía una asesoría permanente y toma de decisiones fáciles. En el fondo él dice en vez del Congreso tengo mi servicio de inteligencia y que este haga las veces del Congreso.

Fujimori destaca hoy a la Constitución de 1993 como fruto del Congreso Constituyente Democrático que se instaló tras al autogolpe. ¿A su juicio algo se pudo rescatar como consecuencia del autogolpe?
En la Constitución del 93 muchos de los senadores no quisimos participar, nos parecía un poco absurdo que convocara a una Constituyente quien había roto el orden democrático y destituido a los congresistas. Sin embargo, esta se redacta en un momento distinto, había caído el Muro de Berlín, se estaban imponiendo las ideas más modernas sobre todo en lo económico, que creo es el capítulo mas moderno de la Constitución. Gracias a la presidencia de Carlos Torres y Torres Lara que manejó bien las cosas, creo que la Constitución del 93 tiene capítulos buenos, aunque tiene una deficiencia que es de régimen unicameral y ningún país con más de 30 millones de habitantes tiene una sola cámara...

¿Veinticinco años después qué autocrítica hace usted sobre el desempeño del Parlamento que Fujimori cerró?
Se hizo todo el intento de llegar a acuerdos con él, quizás se debieron hacer más intentos, en la vida hay que ser pacientes para lograr las cosas. A pesar de que entendíamos de la gravedad de la situación económica, que el 'fujishock' era un 'shock' que cualquiera que hubiera asumido el gobierno lo iba a hacer, porque teníamos una hiper inflación, el tema del terrorismo estaba desgraciadamente en todas partes y no se tomaban medidas drásticas, pero todo eso se podía hacer con un acuerdo, con un Congreso dispuesto en su mayoría a darle ese respaldo. Quizás faltó hacer aún más esfuerzos para llegar acuerdos con el Ejecutivo y ofrecerle colaboración más estrecha, se trató, pero Fujimori con su propia bancada tampoco se reunía, no tenía costumbre ni suficiente información sobre cómo funciona el sistema democrático. Eso no le interesó mucho, su único consenso era con el servicio de inteligencia y creo que fue muy nefasta la influencia de Vladimiro Montesinos y de las Fuerzas Armadas, casi servil a Fujimori.

¿Por qué cree que la población aplaudía en su mayoría las medidas del 5 de abril?
Hubo varios factores. El golpe de Estado se hizo con la captura de todos los medios de comunicación, y él se esforzó en lograr influir sobre la prensa para que lo apoyara. La gente quería un cambio, que las cosas se enfrentaran con mayor realismo, de eso no hay duda, y sentía que por la actitud del Ejecutivo no había una buena comunicación con el Parlamento a pesar de sus esfuerzos.

El fujimorismo pudo volver el año pasado al poder y hoy tiene una bancada mayoritaria. ¿Cómo ve el desempeño de este partido político liderado por Keiko Fujirmori?
Creo que es otro fujimorismo. Creo que los males del primer fujimorismo, el llamado albertista, se están corrigiendo. Hoy la bancada del fujimorismo, se podrá o no simpatizar con ella, pero es democrática. Es un fujimorismo que habla un lenguaje distinto, que tiene compromiso con la democracia y está tratando de colaborar con leyes dentro del espíritu democrático. Le ha dado facultades delegadas al presidente Kuczynski.

El proyecto presentado por las congresistas fujimoristas Úrsula Letona y Alejandra Aramayo, que prohíbe que condenados por corrupción ocupen altos cargos directivos en medios, le recuerda el intervencionismo que hubo en el gobierno de Alberto Fujimori contra los medios.
Ese [proyecto] es un grave error de parte del fujimorismo, creo que le está haciendo daño, lo mejor que podrían hacer es retirarlo porque coactar a la prensa o de alguna forma limitar la libertad de expresión sería un error no solo político sino que le haría mucho daño al país. La libertad de prensa hay que respetarla, es una garantía de la democracia.

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