Los escenarios legales tras el asilo negado por Uruguay a Alan García. El ex presidente es investigado por el fiscal José Domingo Pérez. (Foto: Archivo El Comercio)
Los escenarios legales tras el asilo negado por Uruguay a Alan García. El ex presidente es investigado por el fiscal José Domingo Pérez. (Foto: Archivo El Comercio)
René Zubieta Pacco

Sobre el ex presidente se mantiene vigente una orden del Poder Judicial —a pedido del fiscal — de impedimento de salida del país por 18 meses. Ello a raíz de una investigación preliminar por los presuntos delitos de colusión agravada y lavado de activos, en el marco del caso de la línea 1 de metro de Lima, adjudicada a Odebrecht durante su segundo gobierno.

Como se recuerda, la medida se dictó el pasado 17 de noviembre. Y aunque el líder del Apra dijo que se allanaba a la disposición, horas después solicitó asilo a . El pedido fue rechazado en la víspera por el gobierno de Tabaré Vásquez.

Los ex procuradores anticorrupción Luis Vargas Valdivia e Yván Montoya, así como el penalista Luis Lamas Puccio analizan el escenario tras el asilo negado.

1. ¿Qué puede pasar ahora que García dejó la residencia del embajador uruguayo?

— Luis Vargas Valdivia: Habría que ver si el fiscal cuenta con todos los elementos para iniciar investigación preparatoria, más aun si esta semana se firma el convenio de colaboración eficaz con Odebrecht, en virtud del cual la empresa dará toda la información que se requiera para esclarecer, entre otros, los cargos formulados contra García. Lo más conveniente sería mantener el impedimento de salida, continuar con las investigaciones y que el fiscal lo cite a declarar. Si se mantuviera esta medida, la tesis de que hay una persecución quedaría totalmente desvirtuada.

— Luis Lamas Puccio: Se han fortalecido los elementos de convicción porque está apareciendo nueva información relacionada al tema. El asilo diplomático ha sido rechazado por Uruguay porque no se trata de una persecución, sino de una investigación por delitos comunes. No puede descartarse nunca la posibilidad de que Alan García intente asilarse en otra embajada, aunque este precedente es significativo. Él está en libertad, lo único que tiene es impedimento de salida del país en una investigación preliminar. Esta es una antesala de la investigación preparatoria.

— Yván Montoya: Depende del propio fiscal. Al momento de pedir impedimento de salida, tenía una evidencia que no daba para construir un riesgo de fuga, una posibilidad de peligro más próximo. Entonces, se limitó a esa medida. Eso se suponía que se mantenía durante un tiempo si no hubiera ocurrido este percance. Esta situación muestra formalmente un intento de sustraerse de la acción de la justicia y eso es aumentar el riesgo procesal de sustracción de la justicia. Formalmente, el fiscal puede pedir cambiar la medida a una más intensa, evidentemente.

2. ¿El pedido de asilo puede considerarse una obstrucción a la justicia?

— Luis Vargas Valdivia: [García] va a decir que está ejerciendo su derecho. Pero es obvio que está buscando evitar continuar en el país y cumplir el impedimento de salida. ¿Podría entenderse que hay peligro de fuga? Yo creo que sí. Uruguay, los embajadores de Estados Unidos y la Unión Europea señalaron que no se dan los supuestos para el asilo. En el Perú, hay Estado de derecho. García trató de usar indebidamente un instrumento internacional para salir del país.

— Luis Lamas Puccio: Sí, porque quedó en evidencia que está utilizando el esquema de un perseguido político para evadir una acción de carácter judicial. El tema de que es un perseguido político está tratando de utilizarlo y capitalizarlo al máximo. Es una forma de entorpecer. Con mayor razón lo señala Uruguay. Lo recomendable es que García se ponga a total disposición de la justicia. El mejor medio de defensa es esclarecer los hechos.

— Yván Montoya: Sé que los apristas o el entorno de la defensa de García dirán que eso es parte de su derecho y no puede contar como riesgo. Creo que eso es una interpretación, pero es perfectamente válido [afirmar] que eso es una intención de sustraerse a la acción de la justicia. Y más aun, si se mira retrospectivamente, es indebida, porque no había razones para solicitar el asilo y encima ha sido rechazado. Objetivamente, hay un riesgo de fuga.

3. Bajo esos términos, ¿qué medidas podría adoptar la fiscalía?

— Luis Vargas Valdivia: Una es que continúe la investigación preliminar y el fiscal lo cite a declarar, y continuar con el impedimento de salida. En esta etapa de investigación preliminar, solo puede pedir detención preliminar, que va de 10 a máximo 15 días. Cuando instaure la investigación preparatoria, ahí sí puede pedir la prisión preventiva. Si él se allanó al pedido de la fiscalía de impedimento de salida y de inmediato buscó acceder al asilo, obviamente que su intención era no cumplir este mandato judicial dictado con su anuencia.

— Luis Lamas Puccio: Una detención preliminar sería innecesaria, porque eso podría abonar a la tesis de la persecución política. Además, la detención preliminar tiene un plazo máximo. Entonces, qué sentido tiene utilizarla cuando creo que la fiscalía tiene argumentos más que suficientes para formalizar una investigación preparatoria. Y en ese contexto solicitar una prisión preventiva. Yo creo que el fiscal José Domingo Pérez va a formalizar una investigación preparatoria y, posiblemente, pueda solicitar una prisión preventiva.

— Yván Montoya: La medida de detención domiciliaria, una vez formalizada una investigación preparatoria, está dentro de las posibilidades de la fiscalía antes de llegar a una detención preventiva. Supongo que el fiscal espera la documentación de Brasil. Pero creo que la situación objetivamente habría variado. El riesgo de sustraerse de la acción de la justicia ha variado y ameritaría una medida más intensa de la que se tiene ahora, pues ya se evidenció que es muy fácil vulnerar los puestos de control con un simple arraigo.

4. ¿Cómo afecta el fallido pedido de asilo al caso de Alan García?

— Luis Vargas Valdivia: En realidad, no afecta en nada al caso. El fiscal tiene que seguir investigando. Lo que tiene que hacer es citarlo a declarar y continuar con las investigaciones. El pedido de asilo podría ser tomado en cuenta si el fiscal decide en su momento instaurar investigación preparatoria para decidir qué medida cautelar pide. Repetir el mismo argumento que ha sido desestimado por Uruguay y demás países a los que antes o después ha tocado la puerta para buscar asilo no tiene mayor sentido.

— Luis Lamas Puccio: Esto sienta un precedente en América Latina a raíz del Compromiso de Lima, que se firmó en abril de este año [en la Cumbre de las Américas bajo el tema “Gobernabilidad democrática frente a la corrupción”]. A raíz también de lo que establece la misma Convención sobre Asilo Diplomático de 1954. Y en tercer lugar, quedó claro, por lo menos en cuanto a la posición del Gobierno Uruguayo, que no se trata de una persecución política, sino de una investigación por delitos comunes.

— Yván Montoya: Es una reconfirmación de que existe independencia de poderes, de que la acción de la justicia se maneja dentro de los cauces generales de respeto al derecho. Es un buen signo. Ya queda más o menos claro: un Estado soberano tercero ha dado una evaluación, que ya no corresponde a percepciones subjetivas o de alguna parte internamente en el Perú, sino que ya se tiene una valoración externa de las características de nuestra justicia y la no persecución política que existe en estos momentos.