MDN
Congreso de la República
Diego Chirinos

El presidente del Poder Legislativo, , empieza su período cuesta arriba. Casi un mes desde el inicio de su gestión, el ex vocero de Fuerza Popular aún no ha podido revertir los bajos niveles de aprobación alcanzados al término del período presidido por su colega de bancada Luis Galarreta.

Salaverry registra el menor nivel de apoyo al inicio de un tercer año legislativo desde el 2001: 11%. Es la misma cifra que Fredy Otárola tenía en agosto del 2013, durante el gobierno de Ollanta Humala. Además, el llegó a su menor porcentaje de apoyo en el actual período de gobierno, con un 12%.

“Esa imagen desgastada del Parlamento que deja Galarreta pesa, por ahora, más que las primeras señales de Salaverry. Hay, además, un componente de desconocimiento hacia él que se convierte en rechazo en la respuesta de los encuestados”, dijo el presidente ejecutivo de Ipsos Perú, Alfredo Torres.

—Señales insuficientes—
Consciente de la carga que hereda, Salaverry comenzó su labor con intentos para marcar ciertas diferencias respecto a gestiones anteriores de la Mesa Directiva.

Por ejemplo, solicitó al contralor Nelson Shack que nombre a la nueva jefa de auditoría del Parlamento, aceptó la renuncia del cuestionado ex jefe de seguridad Walter Jibaja y le quitó la confianza al ex oficial mayor José Cevasco. Los dos últimos fueron hombres claves en los períodos de Luis Galarreta y Luz Salgado.

Salaverry también suspendió el sueldo del ahora prófugo congresista de Alianza para el Progreso Benicio Ríos. Pero eso tampoco bastó para revertir la tendencia a la baja en el apoyo al Parlamento y al titular de ese poder del Estado.

“Con una Mesa Directiva copada por el fujimorismo, el reto de revertirla resultará todavía más difícil. Hay un punto en el que solo Keiko Fujimori o un giro de timón muy radical podría cambiar el escenario”, advierte el analista político Enrique Castillo.

—De la mano—
Los especialistas coinciden en que la aprobación de Salaverry en las próximas mediciones irá de la mano con el accionar del Congreso en materia de las reformas judicial y política.

Tras el inicio del debate de los proyectos en la Comisión de Constitución, el siguiente paso debe darlo el Parlamento. Pero la postura de la mayoría de Fuerza Popular es aún incierta en los aspectos mencionados.

“El presidente Vizcarra ha puesto la pelota en cancha del Parlamento. Si demoran o distorsionan las reformas, este Congreso podría perfilarse para acabar con la menor aprobación de los últimos quinquenios”, enfatiza Torres.

Si el Parlamento lograra, por ejemplo, mantener el actual 12% de aprobación hacia el 2021, solo le alcanzaría para igualar el menor nivel de apoyo al cierre de un quinquenio en los últimos años (del período 2001-2006).