Contra el transfuguismo a pesar de haber vestido otra camiseta

La Comisión de Constitución del Congreso aprobó la propuesta del fujimorismo para desincentivar el , aunque el texto sustitutorio eliminó dicho término y estableció que la finalidad es fortalecer la institucionalidad partidaria.

El dictamen propone que “los congresistas que se retiren o renuncien, sean separados o hayan sido expulsados del grupo parlamentario, partido político o alianza electoral por el que fueron elegidos” no podrán integrarse ni formar otro grupo parlamentario. Tampoco podrían integrar la Mesa Directiva del Congreso, ni la de ninguna comisión ordinaria.

El congresista Yonhy Lescano (Acción Popular), quien votó en contra, dijo que esta norma “convierte en un paria al parlamentario” que queda fuera de una bancada. “Ahora los congresistas van a estar ‘calladitos’, porque si dicen algo les van caer con todo”, cuestionó.

A su lado, la parlamentaria Yeni Vilcatoma, quien el fin de semana pasado renunció a Fuerza Popular, también expresó sus reparos y consideró que si se iba a aplicar tal sanción a quienes fueran expulsados de sus bancadas, era necesario que se reglamentaran las causales del procedimiento. “Señores congresistas, piénsenlo bien: nadie está libre de caer en desgracia”, remarcó.

Por su parte, el legislador Héctor Becerril rechazó esos argumentos y aludió al caso de la primera renunciante al fujimorismo. “El congresista Lescano quiere aumentar su bancada sacando la vuelta a las elecciones”, señaló.

Y es que la ex procuradora, según Lescano, ha expresado su interés de sumarse a la bancada de Acción Popular (que tiene solo cinco miembros). Ayer se ubicó al lado del legislador acciopopulista durante la sesión.

—Excepciones—
Según el abogado constitucionalista Aníbal Quiroga, el dictamen es una modificación “dura” que requiere mayor debate, pero no es inconstitucional. “No recorta ningún derecho. El problema son los partidos débiles”, manifestó a El Comercio.

Quiroga sostuvo que se deberían considerar dos excepciones: cuando un parlamentario cree que su partido ha cambiado el ideario con el que fue elegido o cuando esté de por medio su moral. “Legítimamente debe hacer eco a lo que dice la Constitución y no estar sujeto a mandato imperativo”, agregó.

En esa misma línea, Enrique Bernales, experto en derecho constitucional, precisó que esta iniciativa se ha aprobado “apresuradamente” y que en el Pleno deberá buscarse “un punto medio”.

“No se puede generalizar. Lo que está poniendo en juego es la legitimidad y lo que dice la Constitución. ¿Cuál es el resultado de tener a un parlamentario como un zángano?”, acotó a este Diario.

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