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Congreso

Las últimas dos semanas han sido cruciales para : cedió la mayoría que mantenía desde el inicio de este período en todos los órganos del . Este cambio no se debió a su pérdida de escaños –pasó de 73 a 55 representantes–, sino a la creación de dos nuevas bancadas.

Pero un nuevo hecho podría jugar a su favor. En estos días, un grupo de cinco legisladores se inscribió como bancada –la número 11– con el nombre de Acción Republicana. Sus integrantes son Pedro Olaechea, Salvador Heresi, Jorge Castro, Julio Rosas y Marita Herrera.

Esto será clave en la intención de Fuerza Popular de mantener la Mesa Directiva del Congreso por cuarto año consecutivo. Matemáticamente, el fujimorismo tiene posibilidades.

Para Maritza García, integrante del bloque Cambio 21, afín a Kenji Fujimori y disidente de Fuerza Popular, el surgimiento de esta bancada es parte de una “estrategia” del fujimorismo.

Olaechea, por ejemplo, ha tenido votaciones coincidentes con Fuerza Popular. Castro renunció al Frente Amplio por defender el trabajo de Rosa Bartra en la Comisión Lava Jato. Rosas integró la bancada fujimorista en el período pasado (2011-2016).

El caso de Herrera es particular: integró Cambio 21, pero repentinamente renunció. Fuentes de esa bancada sostienen que una legisladora de la alta dirigencia fujimorista la convenció de pasar a las filas de Acción Republicana.

Cuestión de votos
Los votos de Fuerza Popular, el Partido Aprista y Acción Republicana suman 64. Esto sin contar a Yeni Vilcatoma, que tiene una agenda propia. Juntas, las demás bancadas alcanzan 61 adhesiones. Esta diferencia mínima convierte a los tres no agrupados –, Roberto Vieira y Yesenia Ponce– en figuras claves que pueden inclinar la balanza.

“Mi voto y el de Daniel [Salaverry] son decisivos. Incluso el de Daniel, como presidente del Congreso, puede ser dirimente. En lo que respecta a mi voto, será a conciencia”, dijo Vieira a El Comercio.

Fuentes cercanas dijeron que Vieira ha propuesto a Salaverry formar, junto a otros que renunciaron a Fuerza Popular, una bancada en julio, cuando este último deje la presidencia del Congreso.

Antes, Peruanos por el Kambio deberá decidir si convierte en renuncia la expulsión de Vieira. De lo contrario, no podrá sumarse a otro bloque. En tanto, Daniel Salaverry dijo que al culminar su trabajo en la mesa decidirá sobre su futuro en el Parlamento.

La visión de Fuerza Popular es optimista: creen que, además del respaldo del Partido Aprista y Acción Popular, pueden conseguir algunas adhesiones de Cambio 21, así como del propio Vieira y Edwin Donayre, de Alianza para el Progreso (APP).

Los votos de la bancada fujimorista son valiosos para que decida el futuro de Donayre, quien tiene pendiente un proceso de levantamiento de inmunidad parlamentaria. Fue sentenciado a cinco años y seis meses de prisión por el caso del gasolinazo.

“El tema acá es que no entendemos por qué la Corte Suprema no resuelve la apelación a la sentencia de primera instancia. […] No tenemos posición aún”, dijo el vocero de Fuerza Popular, Carlos Tubino, el último viernes a RPP TV. Insistió, sin embargo, en que su bancada no blinda a nadie.

Contrapesos
La votación de esta semana para la suspensión de Luis López Vilela, de FP, por una denuncia por tocamientos indebidos en su contra que hizo Paloma Noceda es ilustrativa. Pese a la gravedad del caso, el Partido Aprista votó en contra, mientras que en Cambio 21 hubo dos votos a favor de la sanción, dos abstenciones, uno en contra (Clayton Galván) y tres ausencias.

En Acción Republicana, Marita Herrera y Julio Rosas se abstuvieron, y Pedro Olaechea votó en contra. El no agrupado Roberto Vieira también se sumó a los votos en contra.

El ajustado resultado final fue 44-40 a favor de la suspensión debido a que integrantes de su bancada, entre ellos Lourdes Alcorta y Leyla Chihuán, respaldaron la sanción.

Olaechea ha negado que vaya a “jugar en pared con Fuerza Popular” y que la intención de su bancada es dejar de lado la confrontación en el Parlamento. En junio del año pasado, tras renunciar al oficialismo, el legislador aseguraba que al fujimorismo “se le tiene envidia”.

Por otro lado, el apoyo del Partido Aprista y Acción Republicana podría ser el contrapeso necesario a favor de Fuerza Popular en las comisiones principales y el Consejo Directivo [ver infografía], donde las dos minorías quedan en empate.

Según fuentes del Congreso, esto abre dos escenarios al fujimorismo: dejar sin quórum a estos organismos u obligar a ejercer el voto dirimente de las presidencias.

En el caso de las comisiones ordinarias, las principales tienen como titulares a representantes de FP. En la Comisión Permanente, el Consejo Directivo y el pleno, el voto de Salaverry tendría que definir los potenciales empates. Esto, se considera, podría desgastar su gestión.

La presidencia
El Congreso acaba de entrar en receso hasta el 7 de marzo. Desde ahí, la legislatura continuará hasta julio, cuando se elegirá una nueva Mesa Directiva. En Fuerza Popular, consideran que esta es su oportunidad para retomar el control legislativo.

Aunque Tubino admitió que existe el interés de su bancada en mantener la presidencia, aclara que es muy pronto para hablar sobre ese tema.

La principal carta, por el momento, es Rosa Bartra, ex presidenta de la Comisión Lava Jato y titular de la Comisión de Constitución. La pregunta clave es: ¿tienen los votos para ganar la cuarta elección?

El reglamento del Congreso señala que es ganadora la lista que obtiene el número de votos igual o superior a la mayoría simple de congresistas concurrentes. Si ninguna alcanza la mayoría simple, se pasa a segunda vuelta y vence quien suma más adhesiones.

En la última elección, de julio del 2018, la lista de Fuerza Popular alcanzó 69 votos y ganó en primera vuelta, a pesar de que entonces el fujimorismo tenía 59 escaños.

Si bien aquella votación fue secreta, Olaechea reveló que votó a favor de la fórmula fujimorista. Se supo que también hubo adhesiones de legisladores oficialistas y de los autodenominados ‘avengers’.

En esa sesión, la mayoría simple era 64 votos. En el escenario actual, FP alcanza esa cifra con el respaldo del Apra y Acción Republicana.
A diferencia del año pasado, cuando presentó una fórmula integrada solo por sus congresistas, Fuerza Popular buscará ahora ceder las vicepresidencias a otros grupos parlamentarios. En esta etapa, la matemática es clave.

Divisiones en el otro bloque —

La segunda minoría en el Parlamento no es un bloque unido. Esto quedó en evidencia con la votación de la suspensión de Luis López Vilela, en la que legisladores de Peruanos por el Kambio, APP y Cambio 21 respaldaron al fujimorista.

La principal pugna en este bloque es entre Peruanos por el Kambio y la nueva Bancada Liberal. Los ‘ppkausas’ consideran que los ‘liberales’ son la nueva bancada oficialista por sus recientes actividades con el Ejecutivo.

Los oficialistas, además, creen que han perdido su cuota en el gobierno. Acaban de perder presencia en algunos órganos legislativos, por lo que algunos de estos no ven con malos ojos coordinar ciertos temas con el bloque opuesto.