ELIZABETH SALAZAR Unidad de investigación

Desde el 2009 el Ministerio de Defensa tiene previsto invertir US$31,5 millones en 8.110 fusiles de asalto para sus tropas en el Vraem, pero la compra no logra concretarse. Son tres las licitaciones frustradas hasta la fecha en un proceso teñido por denuncias de irregularidades entre los mismos postores.

Fuentes del sector Defensa indicaron que ante la premura por contar con los fusiles no se descarta la adquisición directa. Sin embargo, en el portal del Organismo Supervisor de Contrataciones del Estado (OSCE) la compra ya aparece en el plan anual de Ejército, bajo la modalidad de licitación internacional, y se cita como documento de aprobación el 516-2013/EP/Cologe/Divoplog/Abasto, de fecha 15 de agosto.

Voceros del ministerio dijeron no poder dar detalles sobre cuál será la modalidad de compra porque está bajo secreto militar, “pero ya hemos retomado el proceso y contraloría lo supervisará”. En dicha entidad confirmaron la versión.

LA COMPRA FRUSTRADA El tercer y último intento de compra fue por licitación internacional, en junio del 2012, como consta en la resolución viceministerial 065, pero hasta hoy no se conocían los motivos de su cancelación. Fueron cinco las empresas participantes: MKE, no pudo garantizar una vida útil de 20 mil disparos; LWRC, falló en el combate en arena de playa; y Hekcler Koch y Lewis Machine Tools no superó la prueba en lodo.

La belga FN Herstal, con su fusil SCAR Calibre 7,62, fue la única que llegó a la fase final, pero el 6 de agosto, en la última prueba de campo, falló. Lo que pasó ese día está registrado en un video del Comité de Ejecución del Protocolo de Pruebas del Ejército, el cual ha sido obtenido por este Diario.

El protocolo, diseñado por el Servicio de Material de Guerra del Ejército, establece como último requisito la prueba de seguridad del disparo, el cual consiste en lanzar el fusil siete veces desde una altura de 2,5 metros para luego efectuar 10 disparos.

El video muestra el lanzamiento y cómo el fusil quedó con rajaduras y la culata rota ante la vista de los representantes belgas. “Viendo lo que nos dice el protocolo [] no se permitirá fisuras o roturas visibles, y aquí se ha podido determinar a la vista estas tres cosas [daños]”, dice en el video el jefe de Abastecimiento, Moisés Carbajal.

“¿Igual podemos hacer los disparos? Si ya no tiene valor”, preguntó Carlos Dargent, ex alcalde y vocero de FN Herstal.

Pero el general de brigada José Oliva, presidente del comité evaluador, fue claro: “Como presidente de la comisión, y en aplicación a lo escrito en el protocolo, no podemos continuar con las pruebas [] Para nosotros acá ya ha terminado el proceso”, dice en la grabación.

Buscamos a Carlos Dargent y nos dio otra versión. “Fue solo una rajadura. Pasamos la prueba porque esta era para saber si el fusil se disparaba al caer y eso no ocurrió. El comité suspendió la prueba contra nuestra voluntad y nos hemos quejado ante el ministerio [] Claro que volveremos a concursar. Las críticas son promovidas por los postores que quedaron rezagados.

El 22 de julio de este año el mayor EP Cristhian Pun Yueng, miembro del Comité de Elaboración de Estudios de Inversión, emitió el Informe 001-1/2013 en el que detalla las fallas vistas en los fusiles de FN Herstal y LWRC en la prueba del 2012. Pun envió el documento a su superior, el general EP Juan Bazalar, con copia a otras dependencias vinculadas a compras en el Ejército. En respuesta fue sancionado con 5 días de arresto y la Inspectoría le acaba de abrir un proceso por compartir documentos sin autorización.

La Marina de Guerra también advirtió en el informe 3195-2009 que el fusil SCAR es de plástico no resistente y tiene una palanca de armado móvil que retrocede con cada disparo “exponiendo al tirador a sufrir lesión en los dedos”. Otros dos informes del Ejército de ese año señalan los mismos problemas.

Estos documentos motivaron al entonces ministro Rafael Rey a suspender la primera licitación, el 2010.

Al año siguiente el proceso fue paralizado por el entonces ministro Daniel Mora por no ser rentable.

POSTORES En el 2012 las empresas Robinson Armament, Colt Defense y Sig Sauer denunciaron parcialidad en las bases de la licitación y adelanto en la fecha del protocolo de pruebas.

Jorge Egocheaga, de Robinson Armament, dijo que las caídas a las que se somete el fusil son propias de la experiencia en el campo.

EE.UU. usó el fusil SCAR 7.62 y Chile lo acaba de comprar.