GERARDO CABALLERO (@gcaballeror)

Las Nuevas Elecciones Municipales del domingo último en Lima fueron particulares: Práctica no hubo campaña, tampoco se contrató encuestas a boca de urna: lo que sí abundó en las redes sociales fueron fotos que mostraban votos viciados. ¿Pero fue realmente alto el porcentaje de votos nulos?

La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) ha publicado hace unas horas los resultados al 100%. De los 6’490.150 electores hábiles, solo acudieron a sufragar 5’257.812. Es decir, asistió el 81,01% de los electores hábiles.

EL AUSENTISMO Ello en verdad corresponde una tendencia en la capital registrada en los últimos 11 años. El ausentismo en Lima Metropolitana en las elecciones municipales del 2002 fue de apenas 4,87%; en las elecciones del 2006 llegó a 11,98%; en las del 2010 el ausentismo subió a 13,57%, y en la consulta para revocar a la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, alcanzó el 16,3%. Y este domingo, siguió subiendo: el ausentismo fue de 18,99%.

VOTOS VICIADOS ¿Y qué ha ocurrido con los votos nulos o viciados? De los ciudadanos que acudieron a las urnas votar, solo 4’038.173 lo hicieron por uno de los 7 partidos que inscribieron listas. En cambio, 176.183 (que representa el 3,35% de los votos válidos) votaron en blanco. Y 1’043.456 vició su voto.

En términos relativos, en las elecciones municipales del 2002, los votos viciados representaron el 5,89%; en los comicios del 2006, pasaron a ser el 6,78%; cuatro años más tarde, llegaron hasta el 7,12%.

En la consulta popular para revocar a Villarán, los votos viciados fueron apenas el 3,71%, pero en las elecciones del domingo, realizadas para reemplazar a los 22 regidores revocados, el voto viciado alcanzó una cifras histórica: el 19,85%. Es decir, la percepción generada el fin de semana en las redes sociales fue una realidad estadísticamente demostrable.