CECILIA ROSALES FERREYROS

¿Cómo ve esta primera reunión del Consejo de Integración Social Perú-Chile? No es la primera reunión de su tipo. Hubo una cita de integración de los ministros de ambos países en Santiago de Chile y otra en Lima durante el gobierno de Alan García. Lo que pasa es que se suspendieron después de la demanda ante La Haya. Se han retomado, así como se hizo con el 2+2. Es muy positivo que se normalice la situación justamente en las semanas previas al fallo de La Haya, porque demuestra que los dos países están actuando como buenos vecinos y que están resolviendo por la vía aconsejable sus diferencias. Es muy positivo, un buen mensaje que ambos países están mandando sobre su compromiso con la paz y la integración.

— El hecho de que se vaya al ciudadano común con temas de migración, salud, educación Si la integración no alcanza al pueblo, es retórica. La integración debe ser un espacio donde los ciudadanos de los países que se integran encuentren beneficios en ese proceso; si no, la integración es discurso.

— ¿En el tema migratorio hay avances? No conozco la agenda, pero sí se pueden hacer cosas como facilitar el tránsito en la frontera o la presencia de los peruanos residentes en Chile, particularmente en Santiago. Y en los otros temas, más allá de lo que se pueda trabajar en áreas específicas de las fronteras, creo que lo que importa es el intercambio de experiencias que es enriquecedor en materia de salud y educación.

— ¿Nos estamos preparando para después de La Haya? Sí, nos estamos preparando para que la relación sea igual o mejor que antes. Para que el fallo de La Haya no perturbe la relación entre países vecinos, que deben integrarse.

— ¿No será eso retórica a la hora que llegue el fallo? Es importante el mensaje que ambos gobiernos están dando sobre la calidad de la relación que quieren tener más allá del fallo. Lo contrario, si fuéramos a pensar que es retórica, sería no hacer nada y esperar la sentencia para ver si hacemos cosas. Cuando se avanza en estas integraciones, al margen del fallo, lo que se está diciendo es que hay una realidad que es la vecindad, que esa vecindad es rica y se debe profundizar, y que el fallo vendrá en su momento y se acatará y punto: no puede alterar lo que son los intereses de ambos países en su relación. No creo que sea retórica, ni mucho menos.