SEBASTIAN ORTIZ MARTÍNEZ @Shebas07 Redacción Online

Para el congresista Michael Urtecho esta semana es clave. Hoy dará sus descargos, por segunda vez, ante sus colegas de bancada y mañana la Comisión de Ética votará el informe final sobre su caso. En cuatro semanas, la situación del ex vicepresidente del Parlamento cambió drásticamente ante el rosario de acusaciones en su contra. Aquí cada una de las denuncias.

LA OLA DE DENUNCIAS De ser un congresista “respetado” e, incluso, integrante de la Comisión de Ética (que hoy lo investiga) pasó a ser uno más de la lista de cuestionados padres de la patria. La primera denuncia, que marcó el inicio de su caída libre, fue presentada el 14 de setiembre en “Cuarto Poder”. Cuatro de sus ex trabajadores lo acusaron de recortar y quedarse con gran parte de sus sueldos. Por ejemplo, la ex asesora Evelyn Goicochea Miranda contó que le correspondía una remuneración mensual de S/. 3.000, pero solamente recibía S/. 2.000. El restante era retirado por allegados al solidario, entre ellos estaría su esposa Claudia Gonzales.

Urtecho, según contaron sus ex colaboradores a la Comisión de Ética, les pagaba sus sueldos en efectivo y directamente en su oficina. En las cartas que enviaron al referido grupo, añadieron que el congresista de Solidaridad Nacional o “alguien relacionado a él” se quedaba con la tarjeta de débito que entrega la Oficina de Recursos Humanos del Parlamento.

Las misivas de Carla Paredes Vega, Marlene Flores Gálvez y Estela Bocanegra fueron leídas en la sesión del viernes de la comisión de Humberto Lay. Las tres coinciden, además, en señalar que nunca recibieron el pago por refrigerio que se da a los trabajadores del Congreso. Los sueldos que recibían las tres estaban entre los S/.1.000 y los S/.2.500.

En la misma sesión, el testimonio de Carlos Gálvez Quiroz, quien fue chofer del congresista entre el 2006 y julio de 2012, hundió aún más a Urtecho. Según el ex colaborador, periódicamente, casi un día después de que el Legislativo depositaba los sueldos a sus trabajadores, en la quincena y fin de semana, llevaba a Gonzales a diversos cajeros automáticos del BCP, donde se demoraba en retirar el dinero.

Gálvez Quiroz confirmó que otra ex trabajadora del despacho de Urtecho, Elvia Urbina Rodríguez, nunca laboró realmente en el Congreso, sino que era la empleada del hogar en su residencia en Trujillo. Le hacía la limpieza, le cocinaba, dijo.

LA DONACIÓN Y EMPRESAS ‘FANTASMAS’ Urtecho también fue denunciado por no justificar la entrega de 621 sillas de ruedas donadas por la empresa privada al Congreso. El legislador, en sus descargos, dijo que el área de Participación Ciudadana del Parlamento manejó el reparto y destinó las sillas a distintas instituciones benéficas, así como a congresistas, ministerios y municipios que luego debían otorgarlas a ciudadanos que cumplían con los requisitos.

Sobre las personas que aparentemente firmaron como beneficiarias para obtener una de las sillas, pero al final nunca las vieron, el ex vicepresidente del Congreso deslindó responsabilidades e indicó que el error podría estar en las entregas que las municipalidades tenían a cargo.

La última acusación que se conoce contra Urtecho, que marca el inicio de su camino al desafuero, se refiere a las boletas y facturas que el parlamentario de Solidaridad Nacional presentó al Legislativo para justificar los consumos y actividades que supuestamente realizó cuando integró la Mesa Directiva, entre agosto de 2011 y julio de 2012.

Gracias a estos comprobantes de pago, el solidario logró que el Congreso le reembolsara más de 243 mil soles por gastos y eventos que, al parecer, nunca realizó. El cuestionado congresista contrató, además, a las empresas fantasmas Eventos Kattya y Delicias y Más, a las cuales pagó S/.42.490 por los supuestos servicios que le brindaron en seis meses.

Otro caso que reveló “Cuarto Poder” el último domingo fue el de varios consumos en la cebichería San Gregorio de Trujillo, ciudad de origen de Urtecho. En noviembre de 2011, el congresista almorzó cuatro días consecutivos en el establecimiento. El monto de los consumos en esos días bordea los S/.400 por día (casi S/.1.600 en total).

El legislador también pidió reembolsos de viáticos por actividades en Trujillo entre enero y febrero de 2012. No solo solicitó que le devolvieran el dinero que gastó por hospedaje y alimentación en la ciudad, sino que también presentó dos facturas por consumos en Lima. Uno corresponde al restaurante oriental Omei por S/.206. El establecimiento se encuentra a pocas calles de su casa, en el distrito de La Molina.

Hoy Urtecho dará sus descargos, por segunda vez, ante los integrantes de su bancada. Según contó el vocero de Solidaridad Nacional, Gustavo Rondón, tras escuchar a su aún colega, su partido tomará una decisión que será comunicada mañana. Indudablemente (la expulsión) puede ser una posibilidad, sentenció.