MIGUEL RAMÍREZ ELIZABETH SALAZAR Unidad de Investigación

Teléfonos celulares y una camioneta fueron el aporte del operador montesinista Óscar López Meneses a la campaña de Ollanta Humala, en el 2006. Desde el penal, él hacía llegar los obsequios por medio de Sergio Gallardo Fleming, dueño de la empresa de seguridad Sirius. El mayor EP Ítalo Ponce, promoción de Humala y quien fuera su coordinador de campaña, cuenta cómo se dio esta relación y su amistad con Adrián Villafuerte.

¿Cómo es que ingresa a trabajar con Ollanta Humala en la campaña del 2006? A fines del 2005 me encontré en un evento con Humala, mi compañero de promoción en el Ejército, que ya estaba en campaña. Le dije que quería pasar al retiro y ver si podía integrar su lista al Congreso. Me derivó con una tal Pilar Gómez y luego me reuní con Carlos Torres Caro, para que me inscribieran como precandidato. Pero yo quería asegurarme una buena posición en la lista al Congreso, fui a la casa de Humala y lo esperé afuera. Allí me encontré con Oswaldo Zapata, de nuestra promoción, que también quería hablar con él.

¿El coronel del Ejército, tío del operador montesinista Óscar López Meneses? Entonces yo no sabía que Zapata era su tío ni quién era López Meneses. Fue el 9 de diciembre del 2005 cuando lo busqué. Humala me escuchó y me dijo que vería mi caso. Cuando le tocó el turno a Zapata, este le habló de un amigo suyo, llamado Óscar, quien tenía información de reuniones que Humala había sostenido con ciertas personas. Este se enojó, se incomodó mucho, le preguntó cómo [López] sabía de eso.

¿Pero qué fue exactamente lo que sabía Zapata y con qué intención se lo dijo? No era nada irregular. Dijo saber que se había reunido con trabajadores o había asistido a eventos que se suponían eran reservados. Lo que quería Zapata era decirle: así como Óscar sabe de ti, también puede saber de tus opositores. Humala se tranquilizó y le dijo que se encargara de ese tema, pero Zapata le recordó que estaba en actividad, así que me miró y comentó que mejor lo viera yo.

¿Cuál fue el encargo que le dio Humala? Así, textual: “Ítalo, coordina con Oswaldo del tema”. Zapata quedó en llamarme y el domingo siguiente fuimos al penal a hablar con el ‘amigo Óscar’”, como le decíamos. Me lo presentó como su sobrino. Fueron unas pocas visitas, las conversaciones eran académicas, teóricas, sobre todo consejos por si llegaba a lanzar mi candidatura.

Es difícil que no supiera quién era López Meneses, más aún si iba al penal a visitarlo No supe de él hasta que me lo presentaron, quizá porque estuve destacado en provincias mucho tiempo y no me enteré. Era un tipo instruido, me llamaba por teléfono y conversábamos. Nunca nos dio indicaciones para el partido o alguna información secreta. No era el asesor, como dicen. Iba a verlo porque entendí que era un encargo del presidente. Oswaldo Zapata me lo recalcaba así.

¿Cuál fue el apoyo de López Meneses en la campaña? En la segunda visita, saliendo del penal, López Meneses dijo que nos iban a dar unos encargos. Un señor nos esperó afuera y le dio a Zapata dos celulares. Uno se lo quedó él y el otro se lo dimos en sus manos a Humala. “De parte del amigo”, le dijimos. Él estaba ocupado, lo recibió y cerró la puerta.

¿Eso fue lo único que recibieron de él? Yo estaba trabajando en la campaña, en las bases de Pativilca y Huaral, pero el 18 de enero me enteré de que no estaba en la lista porque no cumplía el requisito de haber salido del Ejército con seis meses de anticipación. Humala me pidió que me quedara trabajando en su comando de campaña. Ahí decidí ya no contactarme con López, pero él seguía llamándome. A través de él [López]la empresa Sirius nos donó una camioneta para usarla en la campaña. Primero fue una camioneta de segunda y luego llegó una camioneta 44, del año.

¿Una camioneta con chofer y gasolina incluida? Sí, con todo incluido. El chofer se convirtió en un nexo cuando López Meneses quería enviarnos algo. Él fue quien también me trajo, por orden de López Meneses, un celular moderno para estar comunicado.

¿Le dijo a alguien de eso? Se lo dije a Adrián Villafuerte, porque él lideraba el comando de campaña. Él era mi jefe. De casualidad nos reencontramos allí.

¿Desde cuándo conoce al ex asesor Adrián Villafuerte? Al coronel Villafuerte lo conozco desde 1994, cuando fui cambiado a un batallón antisubversivo. Estuve bajo su mando en las actividades que realizamos en universidades de Lima. Luego, cuando él pasó como edecán al Ministerio de Defensa, me llevó con él, hasta 1996.

Entonces eran amigos Teníamos una buena relación laboral y, claro, amical. Nuestras familias se conocen.

¿Qué función tenían los dos en la campaña? Yo trabajaba para Villafuerte. Con él formamos el equipo de organización y estrategias de campaña en provincias y Lima. Viajábamos con Humala y preparábamos los mítines y presentaciones.

¿Qué le dijo Villafuerte de su contacto con López Meneses? Me preguntó si también podía conseguirle celulares para él. Como López Meneses me llamaba seguido, aproveché y le dije que el coronel Villafuerte también necesitaba teléfonos. Me respondió que no había problema. Al rato llegó un representante de Sirius y cumplió con el encargo.

¿Villafuerte y López Meneses eran amigos? Se conocían, eso era claro. Nunca hablamos de qué tipo de relación tenían o habían tenido, pero al coronel no le extrañó saber que yo me había comunicado con él.

¿Lo expulsaron de la campaña cuando se enteraron de sus visitas con López Meneses? No fue así. Es mentira lo que dice el congresista Daniel Abugattás. Cuando salió la publicación periodística diciendo que yo me había reunido con un operador montesinista, me llamó Ollanta Humala, estaba muy molesto. Allí volvimos a tocar el tema de López Meneses. Se enojó demasiado y me pidió guardar perfil bajo en lo que restaba de la campaña. Continué trabajando así, pero de a pocos se fue alejando y no me volvió a llamar al partido.

¿Se enojó pese a que le pidió hacer el contacto? Es verdad, él sabía que yo me había contactado con López Meneses. Me recriminó y me preguntó a gritos por qué había ido. Le dije: “Pero tú sabías”. ¡Allí se molestó más! No sé si yo malinterpreté lo dicho, porque me pidió coordinar el tema con Oswaldo Zapata y así lo hice. Yo solo cumplí con el encargo que entendí, pero nunca fui mensajero de López Meneses ni nexo entre miembros de la campaña. Él era el que me llamaba e intentaba meterse.

¿Qué supone que ha pasado en este escándalo por el resguardo policial a la casa de López Meneses? Él es una persona acostumbrada a ufanarse contactarse con poderosos. Esto de las llamadas me recuerda a dos anécdotas que tuvimos en la campaña con él. En una ocasión, López Meneses me llamó haciéndose pasar por un miembro del partido; y en otra, contactó con Fredy Otárola identificándose como el secretario del partido.

RELACIONES PELIGROSAS ÓSCAR LÓPEZ MENESES Luego de estallar el escándalo del indebido resguardo policial a su casa, López Meneses admitió que conocía a Adrián Villafuerte, hasta la semana pasada poderoso asesor presidencial. El operador de Montesinos no ha querido dar detalles sobre esa relación. Tal vez está guardando cartas para cuando lo llamen a declarar a la fiscalía.

ADRIÁN VILLAFUERTE MACHA Pese a que el ex asesor ha negado conocer a Óscar López, varios indicios –como el ofrecido por el mayor Ítalo Ponce– apuntan a corroborar esa amistad. La semana pasada, una fuente castrense dijo a este Diario que Óscar López conoció a Villafuerte cuando este era edecán del ex ministro de Interior y Defensa César Saucedo Sánchez.