El ministro de Justicia, Daniel Figallo, justificó la reunión que ocurrió el 31 de mayo de 2012 entre su antecesor Juan Jiménez, el entonces agente del Perú ante la Corte IDH, Pedro Cateriano, el ex presidente del Poder Judicial, César San Martín, y la jueza del caso Chavín de Huántar, Carmen Rojjasi, al explicar que el Gobierno se vio obligado a recopilar información del juicio a pesar de que el proceso todavía no había terminado.

No se hicieron recomendaciones. Lo que sucedió es que, cuando defendemos en sede supranacional, tenemos que ir a probar unos hechos que se atribuyen como ciertos, pero esos hechos se dilucidan en sede judicial penal, pero no podíamos ir con la sentencia porque no había una, porque el juicio estaba en marcha, dijo en La hora N.

En ese sentido, Figallo consideró como “inevitable” el que se haya llevado a cabo la cita entre funcionarios del Gobierno y las partes involucradas del Poder Judicial.

“Se debía coordinar porque el hecho era investigado en sede interna y en sede supranacional () Uno de los elementos necesarios era ver y auditar información de la sede interna con la que se iba a informar sobre cómo se produjeron los hechos”, añadió el titular de Justicia.

Daniel Figallo calificó como una situación “muy peculiar” el contexto en el que se produjo la mencionada cita. Fue una reunión de todos los actores políticos en pro de la defensa de los comandos Chavín de Huántar, pero pensando en la sede internacional, detalló.