Conservadores versus liberales, por Diana Seminario
Conservadores versus liberales, por Diana Seminario
Diana Seminario

La campaña electoral ya está calentando y los temas que se discuten son diversos y variados. Unos ponen el énfasis en cómo retomar la ruta del crecimiento, otros se enfocan en la seguridad ciudadana, y hay quienes ni saben ni opinan.

Pero esos no son los únicos temas en la contienda. Por ejemplo, la discusión por la entre personas del mismo sexo ha sido puesta sobre el tapete en los últimos días. está plenamente de acuerdo con esta figura que no es otra cosa que la aprobación del matrimonio homosexual, pero usando el eufemismo de "unión civil".

En este sentido, la candidata Keiko Fujimori se ha manifestado a favor de la unión patrimonial, que les da derecho a las parejas del mismo sexo a preservar su patrimonio común. Además, esta figura no es exclusiva para parejas. Está abierta a cualquier modelo de unión, no única ni necesariamente sentimental, lo que ha generado el rechazo de quienes abogan por el matrimonio gay.

Otro tema que viene ubicándose como un asunto importante en la discusión electoral es el aborto. Los candidatos Verónika Mendoza y Julio Guzmán se han expresado a favor del aborto cuando se produce un embarazo tras una violación, mientras que Keiko Fujimori se ha mostrado en contra de esa posibilidad, admitiendo como válido únicamente el llamado aborto terapéutico, que actualmente puede practicarse en nuestro país.

El Perú, a través de diferentes encuestas y manifestaciones, se ha mostrado a favor de la vida y no votarían por un candidato que promueva eliminar la vida de los concebidos.
Esta realidad ha generado que conscientes de este tema muchos candidatos –tanto a la presidencia como al Congreso– busquen ubicarse del lado del elector y proclamarse “a favor de la vida”, aunque en el fondo solo sea por ganar unos cuantos votos.

Cómo olvidar el “compromiso por la vida” firmado durante la campaña del 2011. Uno de los signatarios fue el congresista Freddy Otárola, quien no solo olvidó su promesa, sino que promovió como presidente de la Comisión de Constitución el debate y la aprobación de la despenalización del aborto por violación.

Los electores no son tontos y ya no están dispuestos a dejarse embaucar por candidatos con rosarios en la mano, como lo hiciera Ollanta Humala en el 2011, tras una visita al cardenal Juan Luis Cipriani.

Necesitamos candidatos consecuentes y coherentes con sus compromisos, y también tenemos el derecho a expresar que no queremos un presidente que pretenda cambiar nuestros principios y tradiciones.

Quienes con sinceridad se ubiquen del lado de la vida y la familia serán etiquetados con el rótulo de conservadores, mientras que quienes se encuentren en la otra esquina serán los modernos, candidatos del primer mundo.

Conservar significa preservar algo muy preciado. Solo se conserva lo que tiene valor. Si somos un pueblo que conserva su cultura milenaria, sus ancestrales costumbres, su religiosidad popular y sus valores más profundos, ¡cómo no vamos a conservar el derecho a la vida y a la familia!

¿Conservadora? Sí. Y a mucha honra.

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