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En octubre del 2017, el Consejo Directivo del –presidido por Luis Galarreta– aprobó la asignación de un técnico adicional al módulo de personal de los 130 despachos parlamentarios. Esto ha ocasionado que la planilla anual por este concepto cueste al menos S/5 millones adicionales y que algunos legisladores utilicen una práctica conocida: desdoblar los puestos para tener más personas a su cargo.

El Comercio calculó el incremento en gasto comparando las planillas del 2016 –un año antes de la modificación– y la del 2018, ambas disponibles en el portal de transparencia del Congreso.

Además, la diferencia es aun mayor si se tiene en cuenta que el personal bajo el régimen laboral 728 (asesores, técnicos, auxiliares y asistentes) cobra dos sueldos adicionales cada año por concepto de gratificaciones, en julio y diciembre.

La cifra sigue incrementándose si se consideran ciertos beneficios que reciben los trabajadores del régimen 728, los cuales no aparecen en la mencionada planilla. Estos son otorgados como bonos. El más alto es el equivalente a S/7.500, que se otorga semestralmente al personal de despacho y a los trabajadores de confianza. Al personal de plazo indeterminado –conocido como servicio parlamentario– se le otorga S/1.500 mensuales.

Estos bonos se entregan gracias a un acuerdo de la Mesa Directiva desde el 2012, según comprobó este Diario.

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Otro beneficio que reciben los trabajadores parlamentarios es el de refrigerio, que se da mensualmente y asciende a unos S/1.000 (S/50 por día laborado, aproximadamente). También está el bono de escolaridad, que –según testimonios de trabajadores del Congreso– se entrega a todos por igual, incluidos quienes no tienen hijos.

En tanto, la bonificación vacacional equivale a una remuneración mensual por cada año de servicio.

Así, los trabajadores del régimen 728 llegan a recibir 16 sueldos al año: 12 remuneraciones, dos gratificaciones, un bono por escolaridad y otro por vacaciones. Como se ha explicado, la cifra puede elevarse si se cuentan extras como el refrigerio y el bono otorgado por la Mesa Directiva.

Reducciones
La cartilla de inducción entregada a los congresistas cuando asumen sus funciones indica que un despacho cuenta con seis plazas [ver infografía].

Pero mediante un acuerdo de la Mesa Directiva se determinó que los parlamentarios pueden desdoblar hasta tres plazas (asistente, técnico y auxiliar). En estos casos, si bien la remuneración, gratificación y bono de vacaciones equivalen a la mitad, los demás beneficios sí se reciben íntegros.

Por ejemplo, Jorge Castro (no agrupado) cuenta hoy con 10 trabajadores en su despacho. “Lo hago para ser más operativo: tenemos un grupo que trabaja en Tacna y otro en Lima, con el mismo presupuesto, para una mayor cobertura. [Eso] nos permitió trabajar en la investigación Lava Jato y en Tacna, contra el ex gobernador. Nos reconocen como uno de los despachos más dinámicos en fiscalización”, explica.

Pero el ex integrante de la bancada del Frente Amplio no limita la labor del personal a su cargo a la fiscalización. “Brindamos asesoría en investigaciones que los congresistas de Lima no apoyan. También apoyamos con la inscripción de predios y temas de electrificación en sectores del cono norte. Tenemos un servicio de asesoría jurídica, también estamos dando capacitaciones y cursos de verano”, añade.

Curso de verano
Curso de verano

En la planilla de diciembre del 2018 –la última actualizada en el portal del Congreso– también figura que Miguel Castro, de la bancada Unidos por la República, tiene 10 trabajadores en su despacho.

El ex representante de Fuerza Popular indica que esto se debe a que era miembro titular en seis comisiones. “Presido también un grupo de trabajo de seguimiento de las obras de gobiernos regionales y no le asignan personal, pues utilizo a los de mi despacho”, comenta. Añade que ahora tiene menos personas en su oficina.

En tanto, la legisladora fujimorista María Melgarejo tiene a ocho personas en su despacho. Ella destaca que desdobla plazas para conseguir personas de distintas especialidades. “En el Congreso piden armar grupos de trabajo, yo prefiero armar investigaciones con mi personal y para eso busco profesionales de distintas materias”, explica.

La legisladora electa por Áncash relata que los trabajadores también reciben viáticos. “Es algo legal, el sueldo de técnico es partido y cada uno recibe como S/2.200, a los que se suman los viáticos que a todos les dan, unos S/800, y así llegan a S/3.200”, precisa.

Asesores extras

Además del personal de sus despachos, los congresistas tienen asesores en otras áreas. En las bancadas, por ejemplo, la contratación del personal adicional depende del vocero y el cálculo se hace en relación con la proporcionalidad. En el caso de las comisiones, depende de quiénes las presiden.

Del mismo modo, los miembros de la Mesa Directiva –presidente y vicepresidentes– tienen personal adicional. Si bien en la actual presidencia de se observa una disminución de trabajadores, no pasa lo mismo con las vicepresidencias, donde llegan hasta los 10 trabajadores.

Un acuerdo de la Mesa Directiva de agosto del 2017 estableció que las vicepresidencias tendrían, a partir de esa fecha, cuatro profesionales, cuatro técnicos y dos auxiliares.

El Congreso es una de las pocas instituciones que no están sujetas a la Ley de Servicio Civil. Cuando se aprobó esa norma, el mismo Parlamento incluyó una disposición excluyendo a su personal del mencionado régimen.