Veneno e insectos fundidos se necesitó para crear la sangre falsa

Películas como "The Shining" y "Carrie" necesitaron muchos litros de sangre falsa para ofrecer el dramatismo que requerían sus guiones. Pero llegar a elaborar el producto de forma perfecta demandó mucho tiempo y diversas recetas: desde insectos fundidos hasta jarabe de chocolate, cuenta la serie de YouTube en Facebook Great Big Story.

La sangre falsa es un masa pegajoso color rojo. Fue la evolución de lo que en los inicios del cine y la televisión era un simple pañuelo rojo, que simbolizaba la sangre -aunque este resultó un recurso, para críticos, muy aburrido-. Es así que fue en los teatros donde se empezó a experimentar con líquidos viscosos.

Productores de teatro utilizaron cochinillas, un insecto que en punto de ebullición desprende un pigmento rojo. De hecho, este pequeño animal es comercializado para obtener el extracto rojo. Así, las 'tablas' tenían un 'acercamiento' más real en escenas que se necesitara mostrar sangre.

En Hollywood la situación fue más sencilla al inicio. Como todas las películas eran en blanco y negro -escala de grises-, los productores empleaban jarabe de chocolate. El color no importaba, pero sí la textura. Pero en 1930, con las primeras películas a color, el recurso tuvo que ser cambiado por la idea que dio un farmacéutico.

John Tinegate, un farmacéutico jubilado que vive en Inglaterra, inventó una sangre falsa a base de la combinación de un jarabe color oro, colorante de alimentos, harina de maíz y agua. Pero la receta más famosa de sangre falsa es de un sujeto llamado Dick Smith, quien añadió químicos como óxido de zinc, colorante de alimentos, agua y la sustancia para revelar fotos de Kodak: una solución mortal en caso de ser consumida.

Ante el peligro de la idea de Smith, se empezó a sustituir el veneno con crema y otros artículos no tóxicos. Así fue hasta la actualidad, que se añade sangre de forma digital en trabajos de post-producción.

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